Pedro Sánchez y el aumento del gasto en defensa: Una ronda de contactos con tensiones políticas
Este jueves, Pedro Sánchez iniciará en La Moncloa una ronda de contactos con los grupos del Congreso, con la excepción de la ultraderecha de Vox, para debatir el controvertido aumento del gasto en defensa.
Ninguno de los interlocutores parte de una posición clara de apoyo. Los socios de legislatura se muestran reacios, mientras que el PP, aunque más favorable a la medida, critica la falta de transparencia y la brevedad de las reuniones.
El compromiso de España con la OTAN
Desde Finlandia, donde realizaba un viaje oficial este miércoles, Sánchez reafirmó su compromiso de aumentar el gasto en defensa hasta el 2% del PIB, en línea con lo solicitado por la OTAN. «Debemos gastar mejor y, para ello, es necesario definir nuestras amenazas reales, tanto del este como del sur, y cómo financiar nuestras capacidades», declaró.
Sin embargo, el presidente del Gobierno evitó responder a la pregunta clave: ¿De dónde saldrá el dinero? Según su planteamiento, Europa debe asumir parte del coste, recurriendo a préstamos y subsidios similares a los otorgados durante la crisis de la Covid-19, especialmente para los países orientales.
La posición del PP y sus críticas
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, será el primero en reunirse con Sánchez, en su primer cara a cara desde diciembre de 2023. Aunque el PP no se opone completamente al aumento del gasto en defensa, cuestiona la falta de planificación y que la medida no cuente con el respaldo de los socios del Gobierno. «Es difícil apoyar una propuesta sin información clara», declaró Esther Muñoz, vicesecretaria del PP.
Además, el PP ha anunciado que presentará una proposición no de ley en el Congreso para exigir que el Gobierno informe detalladamente sobre su apoyo a Ucrania y los compromisos adquiridos con la OTAN.
Resistencia dentro de la coalición de Gobierno
Los socios de legislatura también han mostrado su rechazo. Esquerra Republicana ha llamado a las fuerzas progresistas a formar un frente común en contra del aumento del gasto en defensa.
Por su parte, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, defendió la necesidad de una Europa más autónoma en defensa, pero advirtió que aumentar el presupuesto militar no es la solución. Desde Sumar, han solicitado un debate más profundo sobre seguridad y defensa.
El rechazo más contundente proviene de Podemos, cuya secretaria general, Ione Belarra, acusó a Sánchez de utilizar el gasto en defensa como excusa para aplicar recortes en los servicios públicos. Además, el partido ha presentado una proposición no de ley para que el Ejecutivo no aumente el presupuesto militar y trabaje en la salida de España de la OTAN.
¿Debe aprobarse en el Congreso?
El gran interrogante es si el Congreso deberá dar su visto bueno a este aumento del gasto. Desde La Moncloa se ha afirmado que aún se estudian las fórmulas de financiación, y el portavoz socialista, Patxi López, ha insinuado que parte de los fondos podrían provenir de Europa:
«No sabemos cómo financiarse porque es una cuestión europea, no española. Puede haber financiación europea, transferencias finalistas y otras figuras que podrían no pasar por el Congreso».
No obstante, fuentes del Ejecutivo admiten que no todas las partidas podrán eludir el control parlamentario, lo que podría convertirse en un obstáculo para Sánchez, ya que actualmente ningún socio del Gobierno está dispuesto a avalar un aumento en el presupuesto militar.
De «defensa» a «seguridad»
En los últimos días, el Gobierno ha evitado usar la palabra «defensa» y ha optado por «seguridad», un término más amplio que podría incluir medidas más allá de la compra de armamento. «La gente asimila defensa con comprar más tanques, mientras que seguridad implica también políticas preventivas», explicó López.
Próxima comparecencia en el Congreso
Pedro Sánchez comparecerá el próximo 26 de marzo en el Congreso para explicar con mayor detalle los siguientes pasos en materia de defensa. Mientras tanto, las tensiones políticas seguirán latentes, con una pregunta clave sobre la mesa: ¿Cómo garantizar la seguridad nacional e internacional sin afectar los derechos sociales?