El argentino Jorge Fernández Díaz gana el 81 Premio Nadal

Jorge Fernández Díaz gana el 81 Premio Nadal con ‘El secreto de Marcial’ y David Bueno el Josep Pla 2025

El biólogo, profesor e investigador de la Universidad de Barcelona (UB), David Bueno, ha sido reconocido con el 57º Premio Josep Pla por su ensayo El arte de ser humanos. En paralelo, el escritor argentino Jorge Fernández Díaz se alzó con el 81º Premio Nadal por su novela El secreto de Marcial. Ambos galardones, otorgados en la emblemática velada del 6 de enero en el Hotel Palace de Barcelona, destacan obras que llegarán al público el próximo 5 de febrero.

El arte de ser humanos: Conectando la ciencia y el humanismo

David Bueno, especialista en neurociencia educativa y director de la Cátedra de Neuroeducación de la UB desde 2019, propone en su obra un fascinante recorrido que une artes, neurociencia y educación. El ensayo busca inspirar la creatividad y el pensamiento crítico para construir una sociedad más enriquecedora y libre.

El autor, que también ha trabajado como investigador en Oxford, considera que su galardón es un estímulo para seguir acercando la ciencia a la sociedad:

«Este premio supone un nuevo impulso a mi trabajo. Es crucial entender cómo funciona el cerebro para mejorar la educación», afirmó Bueno.

El arte de ser humanos no está dirigido únicamente a académicos; es un ensayo divulgativo pensado para todo aquel interesado en comprender cómo procesamos las artes desde una perspectiva neurocientífica:

«Tenía la sensación de que, con la literatura científica, no alcanzaba a todos los públicos. Este libro es mi intento por conectar directamente con la sociedad».

El secreto de Marcial: Una búsqueda personal y familiar

Por su parte, Jorge Fernández Díaz regresa a la narrativa familiar tras su éxito en 2003 con Mamá. En su novela El secreto de Marcial, explora las complejidades de la relación entre un escritor y su padre fallecido, un hombre de pocas palabras que encontraba en las películas clásicas de Hollywood su forma de conexión.

El autor describe a Marcial, su progenitor, como parte de una generación de hombres incapaces de expresar emociones hacia sus hijos:

«Nuestra relación fue difícil, incluso pasamos años sin hablar. Mi decisión de ser escritor nunca fue bien recibida por él; asociaba esta profesión con cierta vagancia».

La obra no solo es un homenaje a su padre, sino también un retrato de la necesidad de reconciliarse con los silencios del pasado.

Una noche literaria con guiños al pasado

El evento también incluyó un homenaje a la escritora Ana María Matute, Premio Nadal en 1959, coincidiendo con el centenario de su nacimiento. En este contexto, las palabras de los premiados subrayaron la importancia de las letras para transformar la sociedad y, a la vez, entendernos mejor como individuos.