La lucha del sector desata un complot contra el taxi

La lucha del sector desata un complot contra el taxi

El escenario que venimos presenciando los últimos días alrededor del sector del taxi, tiene todos los tintes de ser un complot organizado para dinamitar sus mecanismos de lucha y hacerlo incluso desde dentro del mismo.

Todo esto tiene su origen con la presentación de una querella criminal presentada por 2.000 taxistas, contra intereses en el sector VTC a los que se les acusa de ocho delitos penales.

Los que venimos siguiendo con interés la información del conflicto, pudimos observar algo que nos hizo sospechar que algo pasaba y que hoy día parece una evidencia.

Se produce un despliegue mediático con la presencia del exmagistrado Elpidio Silva y Alberto Álvarez (Tito), para anunciar la presentación de la mencionada demanda por la vía penal, concretamente en el hotel Avenida Palace de Barcelona.

A partir de ese momento la puesta en escena cambia por completo, se nos anuncia que tal como sucedió con la demanda civil presentada anteriormente, Alberto Álvarez el coordinador de las acciones entre los demandantes y el despacho de Elpidio Silva también presentaría en Madrid la mencionada demanda por la vía penal, sin embargo Alberto Álvarez desaparece por completo de la acción mediática y el despacho presenta la querella en el más absoluto silencio.

A partir de ese momento Alberto Álvarez desaparece del plano mediático en su enfrentamiento directo con los demandados y se ve envuelto en un conflicto de intereses económicos entre el despacho y los demandantes, posicionándose claramente del lado de los taxistas y cuestionando los planteamientos del despacho.

Hoy en día nos encontramos frente a un escenario lleno de dudas y sospechas

¿Porque publican sin pruebas, que acusan a Alberto Álvarez de impostor en las demandas, por no poseer una licencia de taxi?

De entre los 2.000 demandantes hay diferentes taxistas que no poseen una licencia, puesto que no es una reclamación patrimonial la realizada, sino una reclamación por competencia desleal que afecta a su trabajo y una demanda penal contra presuntos delincuentes a la que cualquier persona legítimamente podría sumarse.

De no ser así: ¿Estaría Elpidio Silva estafando a los asalariados que se han sumado a sus demandas y a los que dijo que defendería y a los que incluso está reclamando la controvertida prima de éxito?

¿Porque existe un lazo entre el medio que persistentemente está difamando a Alberto Álvarez y Elpidio Silva? y, además, ¿porque existe un lazo entre ese medio y presuntos colegas de Elpidio Silva que según el propio medio, han demandado a Alberto Álvarez?

¿Existe un complot para detener las demandas y que parezca que se han detenido «solas» debido a un conflicto de intereses económicos entre Elpidio Silva y los demandantes?

En esta redacción estamos convencidos de que así es y que sobran elementos para identificar un fenómeno tan viejo cómo la historia de la humanidad, la traición.

¿Pueden los poderosos intereses del sector VTC haber hecho algún tipo de guiño a Elpidio Silva?

A esta pregunta deberá responderse cada taxista a sí mismo, pero la sensación que planea en el ambiente es de que todo apunta en esa dirección y cada vez más.

¿Porque están alineados intereses tan diferentes como los de Elpidio Silva y el excéntrico taxista conocido como Peseto Loco en su persecución contra Alberto Álvarez?

Esta historia nos recuerda a otros precedentes en el sector del taxi, con abogados que cambian de bando, al igual que determinados taxistas.

Seguiremos muy atentos a lo que puede acabar en un conflicto de incalculables dimensiones.

La lucha del sector desata un complot contra el taxi