Uber comienza a saltarse la 'Ley Rider' con envío de mensajes a los repartidores

Uber comienza a saltarse la ‘Ley Rider’ con envío de mensajes a los repartidores

Tras la aprobación esta semana de la ‘Ley Rider’, las empresas de reparto Uber Eats, Glovo y Deliveroo, quieren cambiar su estrategia para no tener que dar de alta a los Riders.

La norma, la primera que legisla específicamente el trabajo en estas plataformas de la Unión Europea, establece que los riders tendrán que ser asalariados y no autónomos, como hasta ahora.

Y para ello, da un plazo de tres meses a las compañías para rectificar su relación con estos trabajadores. Sin dilación, Uber Eats ya se ha puesto manos a la obra y ha comenzado a enviar mensajes a sus repartidores para compartir sus datos con empresas que gestionen su flota de entregas.

El comunicado ha llegado a los riders que han trabajado previamente para la compañía a través de la aplicación con la que asignan los pedidos a sus repartidores. En su mensaje, Uber Eats solicita al repartidor que confirme su aprobación para que sus datos sean compartidos con una tercera empresa, que realizará las contrataciones a partir de ahora.

“Si quieres trabajar como repartidor para una de las empresas de flotas que colaboran con Uber, por favor, haz clic a continuación para autorizarnos a compartir tus datos de contacto con ellos. En breve se pondrán en contacto contigo para ofrecerte más información”, les remite la división de comida a domicilio de Uber.

La plataforma de reparto esquiva así la ley del Rider con la puesta en marcha “de una serie de proyectos piloto con flotas de repartidores en varias ciudades. Estas empresas son especialistas del sector y contratan directamente a sus repartidores”.

La compañía evita establecer un vínculo laboral directo con los repartidores a través de intermediarios que se encargan de contratar flotas de reparto. Con esta fórmula, Uber Eats mantiene una relación mercantil con las subcontratadas, que son las que, a su vez, sí integran en su plantilla a los trabajadores que entregan sus pedidos a domicilio.

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El modelo es similar al que recurren ahora Uber y Cabify, de tal manera que la relación laboral con los conductores la establece a través de una subcontrata, aunque la gestión del transporte, así como su asignación al personal, la realiza la empresa directamente.

Un mecanismo, de hecho, parecido al que aplica Amazon, cuyos repartidores son asalariados por compañías subcontratadas.

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