Más de ocho años de cárcel por agredir a su mujer con un cable y después violarla
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a penas que suman ocho años y seis meses de cárcel a un hombre de 33 años que violó a su compañera sentimental tras propinarle una paliza porque ella se negó a mantener relaciones sexuales con él. El procesado le hizo «agujeros» con un cable en la espalda, la estiró del pelo y la golpeó en la cara para después agredirla sexualmente.
El tribunal indica que, en febrero de 2020, el acusado se encontraba con su pareja en un parque cercano a la playa cuando le propuso mantener relaciones sexuales. Después de que ella se negara, él «reaccionó violentamente y le dio un puñetazo en el rostro». A continuación, y tras un «forcejeo», continuó agrediéndola en las piernas y en la espalda «con un cable» y comenzó a «estirarla del cabello». Finalmente, le rompió la ropa y la violó «pese a su resistencia y oposición».
La sentencia también relata que la víctima acudió a un bar «pidiendo ayuda, muy nerviosa, llorando, en estado de gran ansiedad», de acuerdo con la declaración de testigos y las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del establecimiento en el cual se refugió, y precisa que fue trasladada hasta el Hospital de Poniente antes de interponer denuncia.
Por todo ello, la Audiencia Provincial ha impuesto al agresor la pena de ocho años de cárcel por un delito de agresión sexual con el agravante de parentesco y otros seis meses de cárcel como autor de un delito de lesiones ya que, según ha apuntado, las heridas que presentaba «excedían notoriamente lo que podría ser consecuencia del inherente uso de la violencia para doblar la voluntad de la víctima».
Y ha continuado: «Se trata de varios latigazos en la espalda y en las piernas, aparte de un golpe en la cara, y un mordisco», precisa la sala en su decisión, contra la que es posible presentar recurso de apelación al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA)
Al margen de la pena privativa de libertad, la sentencia también le prohíbe comunicarse o aproximarse a menos de 500 metros de la víctima por un período de 13 años y le impone seis años de libertad vigilada. Asimismo fija la responsabilidad civil en 8.470 euros por las lesiones y por el mal moral ocasionado.
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