Harris elige a Walz como número dos: ¿en qué cambiará la carrera hacia la Casa Blanca?
Kamala Harris quiere ganar las elecciones a la presidencia de Estados Unidos, pero le gusta el riesgo. Su decisión de designar al gobernador de Minnesota, Jim Walz, como compañero de viaje (running mate) en calidad de candidato a la vicepresidencia, no deja de ser una sorpresa. Walz era uno de los finalistas de esta carrera, pero parecía un perfil con menos puntos fuertes que los otros dos: el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, y el senador por Arizona Mark Kelly.
Shapiro y Kelly respondían al equilibrio que se buscaba en el ticket demócrata. Ante una candidata disruptiva como Harris, una mujer negra y progresista de California, con sangre india ya la que el trumpismo ha etiquetado como una «extremista», se esperaba a un hombre blanco, lo más moderado posible. Mark Penn, que trabajó en las campañas de Bill Clinton y Barack Obama, destacaba que optando por Shapiro, Harris, que debe combatir la etiqueta de «progresista radical de California» que quieren colgarle los republicanos, mostraría que la candidatura demócrata era una opción atractiva también por los electores centristas y moderados. Por último, no ha sido exactamente así.
Fortalezas y debilidades
Walz es una figura distinta y presenta potencialidades y riesgos. Entró con fuerza en la campaña cuando tachó de weirds (pintorescos) a Donald Trump y su compañero de fórmula, JD Vance. Es un político del Medio Oeste, lo que le hace atractivo en un territorio que será decisivo en las elecciones del 5 de noviembre. Es muy popular en el estado donde gobierna, Minnesota, y tiene un rasgo común con Shapiro: es un buen mitinero y, sin duda, animará la campaña.
Pero algunos analistas han subrayado que el estado donde Walz sufre una incidencia directa, Minnesota, ya está decantado hacia los demócratas en cualquier caso. Y que Walz puede ser etiquetado por los republicanos como un progresista. No es una persona del ala más izquierdista de los demócratas. Proviene del centro y fue miembro de la Asociación Nacional del Rifle. Estuvo 12 años en el Congreso representando un distrito rural y conservador. Pero de eso hace tiempo y como gobernador se ha ganado una imagen de populista e izquierdista, alineándose con los sindicatos en temas laborales.
