Salvini, derrotado: el centroizquierda gana las elecciones en la Emilia Romagna

Los italianos llaman la roja porque en Emilia Romagna -una extensa región del norte de Italia, motor económico de país junto a la Lombardía y el Vèneto- el centroizquierda gobierna desde 1970.

También se votaba en Calabria, pero conquistar este histórico feudo de la izquierda se había convertido en una prioridad para Matteo Salvini, que advirtió que una victoria del centroderecha conllevaría un «aviso de desahucio» para el primer ministro, Giuseppe Conte.

El miedo a una victoria histórica de la Liga ha movilizado más de tres millones y medio de electores, que han frenado el avance del centroderecha que predecían todos los sondeos.

El presidente saliente, Stefano Bonaccini, del Partido Democrático (PD), ha ganado las elecciones con cerca del 50% de los votos.

«Es la primera vez que ha habido partido en Emilia Romagna», señaló el ultraderechista Matteo Salvini, que reivindicó el buen resultado de su partido, a pesar de la derrota.

El líder de la Liga ha tenido que conformar con la victoria en Calabria de la candidata del centroderecha, Jole Santelli, apuesta personal de Silvio Berlusconi, que ha conseguido más de la mitad de las papeletas.

Las sardinas

Los únicos capaces de mejorar el poder mediático de Salvini han sido las sardinas, el movimiento cívico nacido de manera espontánea hace dos meses en Bolonia para protestar contra el extremismo del ex primer ministro.

Las sardinas no se presentaban a las elecciones, pero los analistas apuntan que su mensaje podría haber servido para movilizar el voto de izquierdas.

El principal rival de Borgonzoni era Stefano Bonaccini, del PD, actual presidente de la región, que ganó hace cinco años con una afluencia que rozó el mínimo histórico.

El M5E, por su parte, se presentaba con un candidato débil, Simone Benini, un empresario de 49 años al que los sondeos ya vaticinaban sonora batacazo.


El movimiento de las Sardinas se moviliza para parar a la extrema derecha

 

El movimiento de las Sardinas se moviliza para parar a la extrema derecha

 


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