Rusia bombardea Kiev durante la visita del secretario general de la ONU
António Guterres en Kiev

Rusia bombardea Kiev durante la visita del secretario general de la ONU

Este jueves por la tarde ha habido varias explosiones en Kiev, que el alcalde de la ciudad, Vitali Klichkó, ​​ha atribuido a bombardeos del ejército ruso.

Lo ha explicado en su canal de Telegram, donde ha precisado que ha estado en un distrito en el oeste de la ciudad.

«Amigos! Por la noche el enemigo ha disparado contra Kiiv, dos explosiones en el distrito de Shevchenkivski. Todos los servicios están funcionando y estamos trabajando para saber si hay víctimas.»

Poco después se ha sabido que uno de los misiles ha caído en un bloque de pisos de la calle Tatarskaia del distrito de Shevchenkivski, y un segundo en una empresa de ese mismo distrito.

Es una fábrica de misiles llamada Artem, y posiblemente era el objetivo que perseguían los dos proyectiles, uno de los cuales habría fallado.

Una mujer que vivía en el edificio bombardeado ha explicado a la agencia EFE que no estaba en casa cuando ha caído el misil, y que su piso ha quedado «completamente destruido».

Por el momento parece que no ha habido víctimas mortales, pero sí algunos heridos, al menos tres de los cuales han sido llevados al hospital.

Rusia bombardea Kiev durante la visita del secretario general de la ONU
Edificio bombardeado por un misil, este jueves por la noche en Kiiv

«Humillar a la ONU»

Mikhailo Podoliak, asesor del presidente Volodímir Zelenski, se mostró indignado de que el ataque se haya hecho cuando el secretario general de la ONU, António Guterres, está en Kiiv:

«El día antes estaba sentado en una larga mesa en el Kremlin y hoy hay explosiones sobre su jefe. ¿Una postal de Moscú?»

Zelenski, por su parte, ha dicho después que el objetivo de Rusia bombardeando la ciudad el mismo día que está Guterres es «humillar a la ONU»:

«Dice mucho sobre la verdadera actitud de Rusia hacia las instituciones internacionales, sobre los esfuerzos de los líderes rusos por humillar a la ONU y todo lo que representa esta organización».

«La guerra es el mal»

Guterres, que llegó a Kiiv este miércoles, hizo este jueves un recorrido por algunos de los barrios más afectados por los ataques rusos, y después resumió la experiencia con una frase mínima colgada en Twitter: «La guerra es el mal»

Por la tarde, en una rueda de prensa junto a Zelenski, ha dicho que la invasión de Ucrania es «una fuente de gran decepción, frustración e ira», sobre todo porque las instituciones del organismo que preside no han sabido actuar por evitarla:

«El Consejo de Seguridad no ha hecho lo que estaba en su poder y ha fracasado porque no ha precavido o al menos puesto fin a esta guerra».

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El secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, este jueves en Kiiv

De Moscú a Kiev

Hace dos días Guterres se reunió en Moscú con Vladímir Putin, que aceptó «en principio» facilitar la evacuación de los ucranianos que todavía están en Mariúpol, en el recinto industrial Azovstal.

Este jueves ha informado que dijo a Putin que es responsable de la situación porque ha invadido un país soberano, violando la carta de la ONU y la integridad territorial de Ucrania:

«No tenemos dos caras o dos lenguajes, nosotros decimos la verdad y respondemos de los valores que considero esenciales para la paz y la seguridad».

La prioridad: evacuar Azovstal

Junto a Zelenski ha dicho que su prioridad en estos momentos es la evacuación de Azovstal, donde hay «personas mayores que necesitan una vía de fuga del apocalipsis»:

«Es una crisis dentro de otra crisis: mientras seguimos exigiendo un alto el fuego a gran escala también seguimos pidiendo pasos prácticos inmediatos para salvar vidas y aliviar el sufrimiento».

Zelenski por su parte se ha mostrado abierto a mantener «negociaciones inmediatas» para que se apliquen «con urgencia los acuerdos tomados»:

«Esperamos un trato humano para estas personas por parte de Rusia, esperamos que esta parte de la misión del secretario general sea eficaz».

Se calcula que en Azovstal todavía quedan unos 2.000 soldados ucranianos y un millar de civiles.

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