La pareja de Ayuso recibió dos millones de euros por la compra de mascarillas

La Fiscalía abre expediente a Ayuso por delito de receptación al lucrarse de los delitos de su pareja, Alberto González

La Asociación Preeminencia del Derecho presentó el pasado 9 de abril una denuncia ante la Fiscalía Superior de Madrid contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por los presuntos delitos de receptación y tráfico de influencias, por el caso abierto de su pareja, Alberto González Amador.

Ante esta denuncia, la fiscal jefa de Madrid, Almudena Lastra, ha ordenado la apertura de expediente y el traslado de la denuncia a la Fiscalía del Tribunal Supremo al ser Ayuso aforada.

La asociación denunciante considera que la presidenta madrileña ha beneficiado a Quirón, adjudicando varias licitaciones y que es el pagador principal de la pareja de Ayuso, Alberto González.

González está siendo investigado por dos delitos fiscales y otro de falsedad documental por defraudar a Hacienda 350.000 euros procedentes de las comisiones de cerca de dos millones de euros por intermediar en la compra-venta de mascarillas.

Según figura en la denuncia «Ayuso da remuneraciones a Quirón y Quirón da remuneraciones a su novio, todo queda en familia», y añade que los hechos podrían constituir «uso de influencias para enriquecimiento de la pareja y aprovechamiento de ella misma», en consonancia con el artículo 298 del Código Penal y el delito de receptación que contempla.

Este delito lo comete «el que, con ánimo de lucro y con conocimiento de la comisión de un delito contra el patrimonio o el orden socioeconómico, en el que no haya intervenido ni como autor ni como cómplice, ayude a los responsables a aprovecharse de los efectos del mismo, o reciba, adquiera u oculte tales efectos». La denuncia recuerda que el delito de receptación será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años.

Además para el abogado José Luis Mazón, redactor de la denuncia, el hecho de que la presidenta Ayuso viva en un piso adquirido con los fondos que su pareja ganó supuestamente por la mediación en un negocio de mascarillas auspiciado por un directivo de Quirón «merece que se investigue».