Europa se viste de verde pálido
Las elecciones europeas de la semana pasada fueron muy conmovedoras, ya que los votantes se desplazaron hacia la extrema derecha y la extrema izquierda a medida que los centristas tradicionalmente poderosos perdían terreno.
Mientras tanto, la coalición verde obtuvo 17 escaños en el Parlamento Europeo, lo que eleva su total a 69 de los 751 escaños.
Esto lo convierte en el cuarto grupo más grande, lo que le permite impulsar políticas y obliga a otros partidos progresistas a buscar la aprobación de los Verdes para sus propias agendas.
¿Por qué eso importa?
Mientras Europa se prepara para nombrar a un presidente de la Comisión Europea, se espera que el Partido Popular Europeo de centro-derecha comience a elevar el cambio climático en su lista de prioridades.
Eso no es solo porque perdió muchos votos, en parte al hacer que los asuntos ecológicos sean de baja prioridad, sino también porque su candidato elegido para presidente de la comisión probablemente necesitará la aprobación de los partidos ecologistas para llegar a la cima.
Y hay sugerencias de que el voto de los jóvenes impulsa el apoyo a los Verdes, lo que significa que podría aumentar en los próximos años, aunque con el aumento de la negación del cambio climático en el extremo derecho, esto podría convertirse en otro tema de división para los europeos.
¿Qué harán ellos?
Entre las políticas, se espera que los partidos ecologistas presionen para que los partidos centristas más tradicionales sean los controles más estrictos sobre las emisiones de gases de efecto invernadero:
El manifiesto verde exige un uso de energía renovable del 100 por ciento para el año 2050, mientras que el objetivo de la UE es actualmente reducir las emisiones en al menos 80 por ciento.
Otras prioridades climáticas incluyen la eliminación gradual del carbón a favor de las energías renovables (el carbón aún genera el 20% de la energía de Europa) y la promoción de iniciativas económicas respetuosas con el clima.
Los Verdes incluso podrían presionar para controlar la agenda en un tema importante como la energía.
Dirigido por Alemania
Los partidos ecológicos hicieron grandes avances en el norte de Europa en el concurso de la semana pasada.
Los Verdes nunca han tenido mucho espacio en Francia, pero ahora son el tercer partido más grande en la representación de Francia en la UE.
Otras fortalezas verdes repentinas incluyen Bélgica, Finlandia e Irlanda.
Mientras tanto, en Alemania, aproximadamente el 30 por ciento de los jóvenes votantes apoyaron a los Verdes, por lo que es el segundo partido más grande del país en las elecciones europeas.
Pero el nuevo poder de los Verdes significa que podrían influir en la política y la regulación en toda la UE, incluso en el bloque oriental de países en los que no han logrado un gran impacto electoral.
Llorando
Antes de las elecciones europeas, el ex ministro de finanzas griego de la extrema izquierda, Yanis Varoufakis, dijo en una entrevista que tanto como los partidos de la extrema derecha han encontrado solidaridad al abrazar las políticas contra la inmigración, los partidos progresistas pueden unirse en torno a las políticas verdes.
Varoufakis no es el único progresista que habla de la causa verde: algunas facciones del Partido Laborista del Reino Unido, que perdieron casi la mitad de sus escaños, están presionando por un programa similar al Green New Deal establecido en los EE. UU.
Lado a lado
Los partidos de extrema derecha también vieron ganancias en esta elección.
Pero si bien muchas de sus posiciones radicales antiinmigrantes son desagradables para los partidos y los votantes más centristas, es poco probable que los Verdes rechacen a los centristas de la misma manera.
Sin embargo, algunas posiciones de extrema derecha han migrado a la corriente principal a medida que los partidos centristas luchan por retener a los votantes: el Brexit, por ejemplo, comenzó como el tema favorito del Partido de la Independencia del Reino Unido de extrema derecha.
Europa se viste de verde pálido
