El TSJC inhabilita al conseller Bernat Solé por el 1-O

El TSJC inhabilita al conseller Bernat Solé por el 1-O

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha condenado al conseller Bernat Solé por desobediencia grave para facilitar el referéndum del 1-O cuando era alcalde de Agramunt en 2017.

La sala considera probado que tenía conocimiento personal y directo de las decisiones del Tribunal Constitucional (TC), que advertían de desobediencia en caso de implementar las leyes de desconexión en relación al 1-O ya la declaración de independencia.

Por ello, el tribunal condena Solé a un año de inhabilitación especial y una multa de 16.800 euros.

Como conseller de Exteriores, Solé, es el encargado ahora de la organización de las elecciones, que se celebrarán en principio el 14 de febrero a la espera de que el TSJC se pronuncie sobre si se pueden aplazar, tal como pide el Gobierno. En todo caso, la condena de inhabilitación no es inmediata, porque se puede recurrir al Tribunal Supremo.

El alto tribunal no tiene un plazo establecido para pronunciarse, pero en caso de que confirmara la inhabilitación el Govern no podría nombrar ningún sustituto a la conselleria de Exteriores hasta que no se convocaran elecciones.

La sentencia, de 37 páginas, considera probado que Solé, que el año 2017 era alcalde de Agramunt y diputado de ERC en el Parlamento, conocía las resoluciones del TC y sabía que podía incurrir en un delito de desobediencia si no bloqueaba la organización del referéndum.

«El acusado conoció que el TC le ordenaba y le prohibía hacer en relación a la votación del 1-O en Agramunt. También conocía el efecto vinculante del requerimiento y las eventuales consecuencias penales derivadas de su incumplimiento», dice el tribunal.

Según los jueces, Solé «no sólo permitió que el 25 de septiembre de 2017 se utilizara un local propiedad del Ayuntamiento para hacer una conferencia destinada a promover la participación en el referéndum, sino que participó como orador en calidad de alcalde y diputado, aprovechando la ocasión para animar a los oyentes a votar el día 1 de octubre».

Durante el juicio, sin embargo, la acusación flaqueó a la hora de acreditar estos hechos, porque sólo se basaba en unos artículos publicados en un diario local hecho por voluntarios.

En cuanto al día del referéndum, la sentencia concluye que Solé tuvo una participación «activa y decidida» en su desarrollo. Asistió al centro de votación y asumió «responsabilidades logísticas, de apoyo y de asistencia a los organizadores», y los trasladó las informaciones que llegaban desde otros ayuntamientos sobre la actuación de la policía española y la Guardia Civil.

El tribunal sostiene que Solé «colaboró decisivamente en la toma de decisiones capitales, como la de esconder las urnas en un lugar seguro o finalmente adelantar la hora de cierre de la votación ante la posibilidad de que se personaran en el pueblo las fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».

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