El Supremo designa a Marchena para decidir si admite la querella contra Juan Carlos I

El Supremo se opone a conceder el indulto a los independentistas

El Tribunal Supremo ha trasladado hoy su posicionamiento sobre el indulto de los presos independentistas al gobierno. Tal como se preveía, el alto tribunal, que condenó a los líderes del 1-O a penas de entre nueve y trece años de prisión por los delitos de sedición y malversación, se ha opuesto a concederles el perdón.

El informe del Supremo es preceptivo, pero no vinculante y recoge las opiniones de la Fiscalía, que se mostró en contra, y de la Abogacía del Estado, que no se pronunció. La cuestión llega ahora al Ministerio de Justicia, que lo deberá trasladar al Consejo de Ministros para que tome una decisión.

El informe, de once páginas, rechaza «cualquier forma de indulto -total o parcial- a los 12 condenados» por el Supremo y argumenta que no han mostrado arrepentimiento. Este elemento no es obligatorio, según la ley del indulto.

Los magistrados consideran que no hay razones de justicia, equidad y utilidad pública que justifiquen la concesión de esta medida de gracia. En la misma línea, aseguran que la sentencia del Supremo no vulnera los principios de proporcionalidad de las penas impuestas -de entre nueve y trece años de cárcel-, aunque algunos magistrados del Tribunal Constitucional (TC) no lo ven igual y han alertado de posibles vulneraciones.

El ponente del informe ha sido el presidente de la sala segunda y ponente también de la sentencia del 1-O, Manuel Marchena.

Dice que los argumentos para pedir el indulto pierden cualquier justificación cuando los dirigentes independentistas «se presentan como presos políticos» y no como autores de una movilización «encaminada a subvertir unilateralmente el orden constitucional».

Añade también que la pena deja de ser necesaria cuando «ha cumplido su finalidad que legitima la imposición» y recuerda que en una sociedad pluralista no se pueden romper las bases de la convivencia «fruto de una decisión unilateral con el apoyo de una movilización engañosa de una ciudadanía a la que irresponsablemente se le empuja a construir un nuevo Estado que existe sólo en la imaginación de sus promotores».

El Supremo se opone a conceder el indulto a los independentistas