El Parlamento Europeo acuerda condenar a Marruecos por provocar la crisis en Ceuta

El Parlamento Europeo acuerda condenar a Marruecos por provocar la crisis en Ceuta

El Parlamento Europeo tiene previsto realizar un comunicado oficial este jueves sobre la reciente crisis migratoria provocada por Marruecos en Ceuta.

Los cuatro grandes grupos de la cámara (popular, socialista, liberal y verde) han negociado una dura resolución que “rechaza el uso por Marruecos del control fronterizo y migratorio, y especialmente el de los menores no acompañados, como presión política. contra un Estado miembro de la UE”.

La iniciativa, que se vota este jueves en Estrasburgo, ya ha provocado la ira de Rabat, que acusa a España de orquestar “una maniobra para europeizar un problema puramente bilateral”.

La sentencia del Parlamento toma como punto de partida la presunta violación por Rabat de la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del menor. Y desde lo alto de la resolución denuncia “la utilización de menores por parte de las autoridades marroquíes en la crisis migratoria de Ceuta”.

La iniciativa vino del eurodiputado Jordi Cañas (Cs), que planteó la necesidad de plantear el mes pasado la crisis migratoria en Ceuta al pleno del Parlamento Europeo, sobre todo, por la utilización de menores.

“No podemos permitir que Marruecos piense que esta es una forma de hacer diplomacia”, dice Cañas en vísperas del debate parlamentario sobre esos hechos. “La UE no puede permitir que se normalice el uso de menores como instrumento de presión política”, añade el diputado europeo.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Naser Burita, afirmó este miércoles que el Gobierno español “intenta europeizar una crisis que es bilateral” entre Marruecos y España, según Efe. La crisis, cree Burita, “no terminó el 1 de junio” con la salida del territorio español del líder saharaui Brahim Ghali. “La crisis está ahí porque sus causas fundamentales continúan”, añadió Burita durante una comparecencia ante la prensa tras la visita de su homólogo húngaro, Peter Szijjarto.

El 31 de mayo, el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí emitió un comunicado en el que por primera vez admitía explícitamente que las causas de la crisis con España no eran bien recibidas por Gali, como pretendía inicialmente, sino la posición oficial de España.

Todos los gobiernos españoles, desde el inicio de la democracia, han vinculado la resolución del conflicto a un acuerdo aceptado por ambas partes bajo la tutela de la ONU. Pero esa posición ya no satisface a Rabat, después de que el entonces presidente Donald Trump decretó el 10 de diciembre el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el territorio en disputa, a cambio de que Rabat normalizara sus relaciones con Israel.

Marruecos, Libia y Turquía

Burita ya intentó desvincular a la Unión Europea de la crisis con España en una entrevista concedida a una emisora ​​francesa el domingo 23 de mayo.

La entrevista de Burita se produjo después de que el diario francés Le Monde afirmara en un editorial que, si bien los europeos mantienen una mirada bastante benigna sobre Marruecos, sus autoridades “se comportan como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan o como el ex guía libio, Muammar Gaddafi”, en referencia a dos autócratas que utilizaron a los emigrantes como arma de presión sobre la Unión Europea.


Marruecos, Libia y Turquía, regulan el flujo migratorio como presión a Europa

 

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Hasta seis grupos parlamentarios (PPE, Socialistas & Demócratas, Renew, Verdes, CRE y La Izquierda) han presentado su propio proyecto de resolución para el debate del jueves, todos ellos con términos más o menos duros de rechazo y condena a los hechos del pasado mes de mayo, cuando se produjo la irrupción repentina en el territorio de Ceuta de unas 9.000 personas procedentes de Marruecos.

Todos los grupos coinciden en que la crisis migratoria fue provocada deliberadamente por Rabat. Y rechazan drásticamente la violación de una frontera española y, por tanto, europea.

Los términos de las distintas resoluciones varían desde la “fuerte condena” planteada por La Izquierda (el grupo al que pertenece Podemos) hasta el “rechazo” y “lamento” del Grupo Popular o el “deplorar” de Renew (que incluye a Ciudadanos).

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