La ley de amnistía comienza el trámite parlamentario

La mayoría de la investidura se tambalea en la primera gran votación

La votación de los tres primeros decretos de la legislatura, que coinciden con las enmiendas a la totalidad contra la ley de amnistía, sirven para confirmar hasta qué punto las discrepancias, el ruido ambiental y el control del relato influirán en la gobernabilidad de España.

El primero de los decretos se conoce como las medidas anticrisis e incluye la revalorización de las pensiones contributivas al 3,8%, la gratuidad de Renfe para los usuarios frecuentes, la rebaja de los billetes urbanos e interurbanos, la suspensión de los desahucios en hogares vulnerables, la rebaja del IVA por alimentos básicos y la bajada de impuestos de la electricidad y el gas.

El segundo decreto -el que más incomoda a Junts al considerar que pone en peligro la amnistía- está conformado por medidas en materia de justicia, función pública, régimen local y mecenazgo, y tienen por objetivo adaptarse a las recomendaciones de Bruselas.

Por último, el tercer decreto incorpora la reforma del subsidio del paro para que llegue a nuevos colectivos y aumente su prestación de 480 a 570 euros.

¿Qué pide Junts?

La retirada de los decretos para su reelaboración. El planteamiento que el partido de Carles Puigdemont ha trasladado al PSOE es que haya más decretos -justicia, ámbito laboral y sociedades, entre otros- y que sean negociados uno por uno.

«Los siete votos de Junts no son un cheque en blanco», determinó este lunes el portavoz de la formación, Josep Rius, que se quejó de la práctica de los «decretos macedonia» por parte de los socialistas. En el posicionamiento de Junts también existe la voluntad de hacer ver al PSOE que no contará siempre con sus votos, una estrategia que también se explica por las ganas de diferenciarse de ERC, que sí votará a favor.