Biden advierte a Putin de que está preparado para escenarios más allá de la diplomacia
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El presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente estadounidense, Joe Biden, hablaron sobre la acumulación militar de Rusia, pero la llamada de una hora terminó sin avances. La Casa Blanca ha insistido en que Moscú se enfrenta «a severas consecuencias» si sigue adelante con la agresión, mientras que el Kremlin ha denunciado la «histeria máxima» de Estados Unidos en torno al conflicto de Ucrania.
“Si Rusia emprende una nueva invasión de Ucrania, Estados Unidos, junto con nuestros aliados y socios, responderá de manera decisiva e impondrá rápidas y severas sanciones”, dijo Biden a Putin, según un comunicado de prensa de la Casa Blanca.
Si bien Estados Unidos estaba preparado para participar en la diplomacia, “estamos igualmente preparados para otros escenarios”, dijo Biden, mientras las dos naciones se enfrentan a una de las crisis más graves en las relaciones Este-Oeste desde la Guerra Fría.
El Kremlin dijo que Putin le dijo a Biden que Washington no ha tenido en cuenta las principales preocupaciones de Rusia y que no ha recibido una «respuesta sustancial» sobre elementos críticos, incluida la expansión de la OTAN y el despliegue de fuerzas ofensivas en Ucrania.
Los demás contactos diplomáticos
El 30 de diciembre, los líderes de Estados Unidos y Rusia tuvieron una conversación telefónica donde intercambiaron reproches, más que otra cosa. Y tres semanas antes, Biden presionó a Putin con grandes sanciones económicas, en una primera conversación, que tampoco permitió rebajar tensiones.
Según la Casa Blanca, Putin quería realizar esta nueva llamada telefónica el lunes, pero Biden prefirió adelantarla y lo aceptó.
Antes de esa conversación, también ha habido otra entre Putin y el presidente francés, Emmanuel Macron, su sexta. El lunes se vieron en el Kremlin.
Macron habría advertido a Putin de que «el diálogo sincero no es compatible con la escalada militar», según ha informado la parte francesa.
También el Reino Unido ha intensificado la diplomacia para intentar desescalar la tensión. El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, ha viajado a Moscú para reunirse con su homólogo ruso, en un encuentro que han valorado como constructivo y conciliador.
En un gesto de distensión, Wallace ha dicho que se cree Moscú cuando dice que no quiere invadir Ucrania, pese a que se ha mostrado muy preocupado por las consecuencias que tendría una invasión, porque dice que no sólo desestabilizaría a la región, sino a toda Europa.
En paralelo, Estados Unidos y la Unión Europea reafirman su compromiso de coordinarse a la hora de preparar las posibles sanciones a Rusia en caso de ataque.
Esta madrugada se han llamado el jefe de gabinete de Ursula von der Leyen y la vicesecretaria de Estado estadounidense. Volvieron a avisar a Putin de que una invasión tendrá consecuencias graves.
Biden advierte a Putin de que está preparado para escenarios más allá de la diplomacia
