Rusia abandona el Consejo de Europa con acusaciones a la UE y a la OTAN
Rusia no participará más en las reuniones del Consejo de Europa porque considera que los países de la Unión Europea y la OTAN tienen una actitud hostil, abusan de su mayoría para imponer sus puntos de vista y «siguen su camino hacia la destrucción».
Lo ha anunciado en un comunicado el Ministerio de Exteriores ruso, recogido por la agencia oficial rusa Tass, en la que asegura que los países de la OTAN abusan de su mayoría para imponer puntos de vista.
«Que disfruten interactuando entre ellos sin Rusia», señala el ministerio según la agencia rusa. Según aseguran, el Consejo de Europa está destinado a promover la cooperación de los estados europeos, convirtiéndose en un espacio donde se pueden sentir «cánticos sobre la superioridad y la chulería de Occidente».
El 25 de febrero, al día siguiente del inicio de la invasión rusa en Ucrania, el Consejo de Europa suspendió «con efecto inmediato» la participación de Rusia en todos sus órganos después de lo que calificó de «agresión armada contra Ucrania», aplicando el artículo 8 del Estatuto de la organización.
Este artículo prevé que todo miembro que infrinja gravemente las disposiciones de los principios del Estado de derecho y los derechos humanos «puede ser suspendido de su derecho de representación e invitado a retirarse».
Por tanto, lo que ha hecho Moscú este jueves es una respuesta a esta decisión y al comunicado que hacían ayer mismo los representantes de la organización. Así, el ministro italiano de Asuntos Exteriores y presidente del Comité de Ministros del Consejo de Europa, Luigi Di Maio, el presidente de la Asamblea Parlamentaria, Tiny Kox, y su secretaria general, Marija Pejčinović Burić, afirmaban:
«Condenamos en los términos más firmes posibles la agresión no provocada de la Federación Rusa contra Ucrania, un ataque militar injustificado de un Estado miembro del Consejo de Europa contra otro Estado miembro. Reiteramos nuestro apoyo inquebrantable a la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente.»
Ahora bien, hace dos semanas, se decidió mantener a Rusia dentro del organismo, que se creó en 1949 para promover la democracia y los derechos humanos. Está integrado por 47 países, entre ellos los 27 socios de la Unión Europea y Ucrania, y es anterior al embrión de esta organización, la CECA.
De ahí salió el impulso de integración que llevó a algunos miembros a formar, más adelante, la Comunidad Económica Europea. La sede se estableció en Estrasburgo, ciudad símbolo de la voluntad de construcción europea y donde también se estableció, más tarde, el Parlamento Europeo.
Como club de países democráticos no tenía miembros del bloque del Este ni dictaduras, como la de Franco. España fue admitida en 1977, después de las primeras elecciones democráticas.
Rusia entró a formar parte del Consejo de Europa en 1996, tras la caída del muro y la disolución de la Unión Soviética. La admisión comportó un gran debate interno, porque por aquel entonces Moscú hacía la guerra en Chechenia para acabar con el gobierno islamista.
Los atropellos a los derechos humanos en Chechenia llevaron al Consejo de Europa a dejar a Rusia sin derecho a voz en su asamblea en el año 2000.
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