Qué es la obsolescencia programada y como nos afecta?

¿Qué es la obsolescencia programada y como nos afecta?

La obsolescencia programada, también llamada obsolescencia planificada, se refiere a una “política de producción de bienes de consumo que rápidamente se vuelve obsoleta» y, por lo tanto, requiere reemplazo, lograda por cambios frecuentes en el diseño.

La implantación de piezas de repuesto y el uso de materiales no duraderos, obliga a los consumidores a comprar un nuevo producto.

En el contexto de la obsolescencia programada, se podría decir que obligar a los consumidores a comprar un nuevo producto, porque el que adquirieron queda obsoleto, sin duda perjudica económicamente.

Qué dice la legislación

En California e Illinois se presentaron sendas demandas contra Apple, que argumentan que la compañía lanzó intencionalmente actualizaciones de iOS a modelos anteriores con el fin de ralentizar su rendimiento.

En pocas palabras, los demandantes argumentan que Apple retuvo intencionadamente información sobre la desaceleración de los dispositivos después de una actualización para obligar a los consumidores a comprar la última versión del producto de la compañía.

Por otro lado Samsung, al igual que Apple fueron multadas en Italia con 5 y 10 millones de euros respectivamente por haber obligado a los consumidores a descargar actualizaciones que disminuían o anulaban la eficiencia de sus dispositivos.

La Comisión Europea debería dar a los teléfonos inteligentes una etiqueta energética, para que los consumidores pudiesen encontrar los mejores productos del mercado.  Asimismo, las empresas estarían incentivadas para continuar mejorando sus productos.

La etiqueta debería de indicar una calificación de reparación o un período de garantía gratuito para promover su durabilidad.

El eco diseño elimina gradualmente del mercado los productos menos eficientes y esto sería posible al establecer estándares que exigiesen un cierto nivel de rendimiento.

Mientras tanto, el reglamento de etiquetado energético atraería a los consumidores hacia los mejores productos, al otorgarles una clasificación imparcial de A a G basada en su eficiencia energética.

Un sello certifica los aparatos sin obsolescencia programada

La iniciativa, puesta en marcha por la Fundación Feniss, nació para difundir qué es la obsolescencia programada y cómo afecta al conjunto de la sociedad en su vida cotidiana y en el entorno.

El impulsor de esta corporación, Benito Muros, es un ingeniero conocido por su bombilla diseñada para durar 100 años.

Además del incentivo del sello certificador, la fundación da apoyo a emprendedores y empresarios fabricantes de productos de larga duración, sin fecha de caducidad planificada.

En declaraciones a Timis Local News, Muros informa: «Ya tenemos más de 100 proyectos que aspiran a recibir nuestras ayudas. Son de diversa naturaleza, desde aquellos enfocados al ahorro energético hasta máquinas de uso sanitario destinadas a reducir la psoriasis».

Los centros de reparaciones

La obsolescencia programada afecta al planeta debido al agotamiento de las materias primas, al fabricar con una corta fecha de caducidad. Esto contribuye a aumentar las emisiones de CO² que se emiten a la atmósfera.

Por ello, una de las acciones de la Fundación Feniss será la creación y extensión por todo el territorio nacional de centros de reparaciones de productos denominados “Espacio sostenible, no tires, aprende y repara”.

Ya se ha creado el primero, situado en el céntrico barrio de El Raval de Barcelona, donde está ubicada también la sede la fundación.

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