Muere Nicolás Redondo, histórico dirigente de UGT

Ha muerto a los 95 años Nicolás Redondo, el histórico líder de UGT y sindicalista clave de la transición

Fue secretario general del sindicato durante 18 años, desde 1976 hasta 1994, aunque ya le lideraba desde la clandestinidad.

De fuerte personalidad, nació en 1927 en Barakaldo, Bizcaia, en el seno de una familia de profunda tradición ugetista y socialista. Fue uno de los llamados «niños de la guerra», evacuado a Burdeos, donde estuvo tres años. Desde los 15 trabajó como obrero metalúrgico en la Naval de Sestao. La empresa le despidió a los 32 años por su actividad sindical.

Desde muy joven participó en actividades clandestinas de la organización y difusión de propaganda de la UGT. Lo detuvieron siete veces y en 1975 se benefició del indulto concedido a los presos políticos.

Redondo jugó un papel clave en el ámbito sindical durante el franquismo y la transición.

Socialista que puso contra las cuerdas a Felipe González

En el mítico Congreso de Suresnes fue propuesto como secretario general de los socialistas, pero renunció a favor de Felipe González. Durante unos años fue diputado por el PSOE por Bizcaia, pero puso contra las cuerdas a los gobiernos de González.

Renunció al escaño en desacuerdo con la política laboral y social del gobierno de Gonzalez, representada por el ministro de Economía Carlos Solchaga, a quien acusaba de alinearse con la patronal CEOE.

El enfrentamiento llegó al punto culminante con la huelga general del 14 de diciembre de 1988, que convocó junto a Comisiones Obreras y que tuvo un éxito abrumador.

Redondo trabajó por la unidad sindical con CCOO, y negoció la concertación social con el gobierno y la patronal. La lucha contra el paro y la defensa del estado del bienestar fueron dos de sus premisas.

El escándalo de la PSV

El detonante de la retirada de Redondo de la vida política y sindical fue el llamado caso PSV. La quiebra de una cooperativa de vivienda perjudicó a 20.000 personas. UGT reconoció un agujero de 14.000 millones de pesetas de la época, unos 84 millones de euros.

Diez años después el Supremo eximió a la organización del pago de las indemnizaciones. Pero el daño ya estaba hecho y Redondo no se presentó a la reelección después de 18 años al frente del sindicato. Lo relevó Cándido Méndez.