La Torre Trump pierde valor y se vende con una pérdida del 20%
La Torre Trump en la ciudad de Nueva York se ha convertido en una de las propiedades de lujo menos deseables en Manhattan, con varios apartamentos que se vendieron con una pérdida de más del 20 por ciento después de ajustar la inflación.
Solo el 0,23 por ciento de las viviendas en Manhattan en los últimos dos años se han vendido con pérdidas.
«Nadie quiere estar en ese edificio», dijo Michael Sklar, quien vendió el apartamento de sus padres en la torre. ‘El nombre en el edificio se convirtió en un problema’.
Los antiguos residentes también vieron que era más difícil vivir en el edificio después de que Trump ganara las elecciones en 2016.
Sklar dijo que su madre solía tomar taxis hasta la entrada principal de la torre desde el aeropuerto, pero después de las elecciones, los taxistas se vieron obligados a dejarla a metros de distancia de la puerta principal.
De acuerdo con los registros de propiedad, al menos 13 propiedades en la Torre Trump se vendieron desde las elecciones de 2016. De las nueve propiedades donde el vendedor pagó originalmente la propiedad, ocho se vendieron a una pérdida ajustada por inflación para el vendedor.
Un apartamento actualmente a la venta
La Torre Trump es un edificio de 36 años que no se ha reformado sustancialmente, y la tasa de ocupación se ha desplomado en los últimos siete años.
Solo 57 casas en Manhattan en los últimos dos años se han vendido con pérdidas de las 24.871 ventas a terceros.
El nombre de Trump se ha convertido en un desvío para los liberales en la ciudad de Nueva York donde, a partir de 2018, había 5,8 millones de votantes demócratas registrados en comparación con los 2,6 millones de votantes registrados republicanos, según los datos de la Junta de Elecciones del estado.
Un agente de bienes raíces de Nueva York dijo que sus clientes le han dicho repetidamente que no les enseñe apartamentos en los edificios de Trump.
Asimismo, otros negocios de la marca Trump han estado sufriendo desde que asumió el cargo. La cantidad de rondas de golf jugadas en su campo público en Nueva York ha disminuido y muchos edificios han eliminado el nombre de Trump.
La parte comercial de Trump Tower también ha estado luchando por encontrar inquilinos para las oficinas vacías.
