Jordi Cuixart recurre en Estrasburgo la sentencia del Procés
Benet Salellas, abogado de Jordi Cuixart

Jordi Cuixart recurre en Estrasburgo la sentencia del Procés

El presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, ha presentado en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos el primer recurso contra la sentencia del Próces.

El letrado Benet Salellas, que representa a Cuixart, ha asegurado que no han querido dilatarlo más: «Hemos querido tener la prisa de una persona que está encarcelada», explicó al día siguiente de hacerse públicos los argumentos del Tribunal Constitucional para rechazar el recurso de Cuixart.

En el recurso, de más de 2.000 páginas, alegan que se han vulnerado los derechos de reunión y de libertad de expresión y se hace una amplia lectura de derechos fundamentales que consideran que no se han respetado en la condena del Supremo a nueve años de cárcel por sedición.

Salellas ha explicado que son los mismos argumentos que se utilizaron durante el juicio del procés: «Personas como Cuixart tienen largas penas de prisión por haber ejercido sus derechos fundamentales».

«Queremos que el reino de España sea condenado por vulneración de derechos fundamentales y que Estrasburgo reconozca y repare el dolor no sólo de los presos, sino también de los exiliados y de los más de 3.000 represaliados».

El equipo de defensa de Jordi Cuixart –formado por Benet Salellas, Olivier Peter, Marina Roig y Alex sola– ya llevaba tiempo trabajando en este recurso a Estrasburgo. Pero han querido esperar a tener los argumentos concretos de los votos particulares de los magistrados progresistas del Constitucional Juan Antonio Xiol y María Luisa Balaguer. Unos argumentos que tuvieron este martes y que se han incorporado al recurso porque, según ha dicho Salellas: «Nos avalan».

Ambos magistrados consideraron que el Constitucional debería haber aceptado el recurso de amparo de Jordi Cuixart y arrojaban esta advertencia sobre las penas:

«Supone una injerencia en el derecho de reunión, con un devastador efecto de desánimo sobre este derecho, que amenaza de empobrecer nuestra democracia, de alinearnos con sociedades disciplinadas por el abuso del sistema penal en la represión de conductas que se desarrollan en el ámbito material de derechos fundamentales».

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