Cabify desafía a las leyes en Barcelona
Barcelona ha sido el epicentro de la lucha del taxi en toda España desde que comenzaron las movilizaciones por parte del sector del taxi.
La Asociación Profesional Élite Taxi fue la que promovió estas movilizaciones y, a pesar de que fueron secundadas por casi todas las organizaciones del taxi, guste o no, las medallas son de Élite Taxi y colateralmente de Tito Álvarez, el incansable luchador del sector.
El pasado mes de febrero se convalidó el Decreto de la Generalitat para la regulación de los Vehículos de Transporte con Conductor, debiendo pre-contratarse con 15 minutos de antelación todos los viajes.
Cabify y Uber decidieron abandonar Barcelona para no cumplir con esta normativa, pero, Cabify volvió; y lo hizo saltándose la norma, ya que en las condiciones de contratación estimaba que solo tenían que cumplir esos 15 minutos la primera vez.
Esto llevó a la Generalitat a abrir expediente informativo a la empresa y más tarde abrió 50 expedientes sancionadores a la plataforma por saltarse la ley.
El 21 de mayo el ayuntamiento de Barcelona aprobó el nuevo reglamento metropolitano que regula los VTC, donde se establecen las condiciones de explotación, entre las que figura la pre-contratación con una hora de antelación.
Como es en la actualidad
Cabify en Barcelona no se mueve en una zona gris, se mueve en una zona completamente oscura en cuando a legalidad se refiere.
Con motivo de la celebración de la noche de Sant Joan en la capital condal, desde Timis Local News decidimos desplegar un equipo de reporteros por la ciudad y comprobar cuanto de legalidad hay en el uso de los VTC.
Lo que más nos llamó la atención es que al solicitar un Cabify desde la aplicación en la mayoría de los casos el tiempo de espera es siempre inferior a 15 minutos.
Además, en la áreas de influencia como son la estación de Sants y el puerto olímpico, los vehículos están estacionados en las inmediaciones esperando que salte algún servicio, algo completamente contrario a ley, ya que deben de esperar en la base a que sean contratados.
En el caso de esta noche pasada de la celebración de Sant Joan, tanto en la playa de la Nova Icaria, la playa de Bogatell y la playa de Llevant, había vehículos de Cabify estacionados, saltándose la normativa principal en materia de transportes.
El Aeropuerto Josep Tarradellas
Respecto al Aeropuerto de Josep Tarradellas, no enviamos a ningún reportero, ya que según nos comentaron representantes del sindicato Élite Taxi, esta noche no había mucha afluencia de viajes, no obstante, sí nos confirmaron que la mayoría de los días los vehículos de Cabify están estacionados en las inmediaciones.
La semana pasada 5 vehículos de VTC fueron sancionados en la terminal T1 del Aeropuerto de Barcelona por la Policía Local del Prat, por estar aguardando en la gasolinera.
La Generalitat
Fuentes del Departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat, advierten de que Cabify tendrá que cumplir con la normativa y que serán firmes en su aplicación.
Además recuerdan, que si una empresa de autobuses incumple la ley se le puede rescindir el contrato que le permite ofrecer el servicio, por lo que en cuanto a los Vehículos de Tranporte con Conductor no tendría por qué ser diferente.
En cuanto a la nueva normativa municipal, ésta entrará en vigor en el mes de Julio, por lo que habrá que esperar para ver los resultados en cuanto a control policial se refiere.
Recordemos que la Guardia Urbana de Barcelona, tendrá acceso a la base de datos del Ministerio de Fomento para poder comprobar si los viajes que realiza Cabify están contratados con el tiempo que marca la normativa del Área Metropolitana de Barcelona.
Los taxistas estamos tranquilos
“Estamos tranquilos”, dice Tito Álvarez, portavoz de la Asociación Profesional Élite Taxi, al celebrar la normativa del Área Metropolitana de Barcelona, que fija 60 minutos de pre-contratación a las VTC.
Sostiene que las administraciones “tienen que poner orden, porque las plataformas no son taxis” y asegura que incumplen la ley. “Que no hagan nuestro trabajo”, dice.
Cabify desafía a las leyes en Barcelona