Alemania insiste en que hay un acuerdo para el reparto de rescatados
El ejército de Malta evacuó, ayer al mediodía, 40 inmigrantes rescatados del mar, la semana pasada, por el barco de la organización alemana de salvamento Sea Eye.
Por el contrario, el barco catalán Open Arms, que lleva a bordo 121 personas provenientes de Libia, sigue buscando un puerto donde desembarcarlos.
El barco Alan Kurdi, de la ONG Sea Eye, rescató a los 40 inmigrantes, en la ruta del Mediterráneo central, una de las más peligrosas, y a unos 55 kilómetros de Libia, el pasado jueves.
La ONG se dirigía hacia la isla italiana de Lampedusa, pero la negativa del ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, a acoger barcos de rescate, les hizo redirigir el rumbo hacia Malta.
Finalmente, y a petición de Alemania, el estado insular les ha abierto el puerto. Ahora bien, esto no significa que los acoja, tal y como aseguró el primer ministro maltés Joseph Muscat, que explicó que el acuerdo con Alemania y la UE prevé la reubicación en varios países de la UE, sin precisar cuáles.
En un tuit, Muscat se apresuró a precisar: «Ninguno de ellos se quedará en Malta.»
El gobierno alemán, emitió un comiunicado a través del ministro de Interior y reaccionó rápidamente al gesto de Malta: «Me satisface que se haya llegado a un acuerdo rápido para este desembarco», dijo Horst Seehofer, insistiendo en la necesidad de encontrar una solución europea a la llegada de inmigrantes por mar.
Señal esperanzadora
Seehofer califica la decisión maltesa de «señal esperanzadora» de cara a llegar a un acuerdo en septiembre, que no prosperó en la reunión de ministros de Justicia de la UE en la capital finlandesa.
En el Mediterráneo está navegando sin puerto de acogida el barco de la ONG Proactiva Open Arms, que ayer pidió «urgentemente» un puerto seguro para desembarcar, ante la negativa italiana a acogerlos.
«Sus historias de vida son devastadoras. Nadie debería pasar esto. Es urgente y prioritario tener un puerto seguro», ha denunciado Open Arms en Twitter.
La nave está en aguas internacionales frente a la isla italiana de Lampedusa.
Barcelona, Extremadura y Valencia se han ofrecido a acogerlos, pero Open Arms prefiere no hacer un viaje largo ya que casi todos necesitan atención médica.
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