Acuerdo migratorio en la UE que endurece las condiciones de asilo y el control en las fronteras
La Unión Europea ha cerrado un acuerdo en política migratoria y de asilo que prevé reforzar los controles de entrada y crear centros de internamiento próximos a las fronteras para poder realizar retornos más rápidos.
También un mecanismo de solidaridad para repartir a los migrantes que lleguen entre los 27 países miembros, que será obligatorio y que se quiere que beneficie a los estados que tienen más presión migratoria.
El acuerdo, presentado como Pacto Migratorio y de Asilo , al que han llegado el Parlamento Europeo y los estados miembros este miércoles después de una larga noche de negociaciones, lo ha anunciado el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.
El mayor paquete legislativo del mandato
Los negociadores han acordado la reforma de cinco regulaciones de la Unión Europea sobre migraciones y asilo, una reforma que se inició en 2016 durante la crisis de los refugiados de la guerra de Siria.
En este sentido, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha calificado de «histórico » el acuerdo, y ha añadido que «posiblemente es el paquete legislativo más importante de este mandato».
20.000 euros por cada migrante que no acepten
El mecanismo de «solidaridad obligatoria» permitirá a los estados con menor presión migratoria de elegir entre acoger a migrantes en su territorio o ayudar económicamente a los países más afectados.
En concreto, el acuerdo fija que pagarán 20.000 euros por persona que rechacen acoger, o harán otros tipos de contribuciones financieras a los países con mayor presión migratoria, y espera que se redistribuyan al menos 30.000 personas al año entre los países miembros.
Para los momentos de crisis, con llegadas masivas de migrantes o refugiados, el acuerdo contempla medidas para apoyar a los estados que tengan una afluencia excepcional que ponga en riesgo los sistemas de acogida.
Según el Parlamento Europeo, el acuerdo también contempla herramientas para hacer frente cuando se considere que estados de fuera de la UE utilizan a los migrantes como arma para desestabilizar la UE, llevándolos masivamente a las fronteras.
