La policía desmantela a refugiados de un campamento en París atacando y persiguiendo con porras y gases lacrimógenos
El ministro del Interior de Francia ha descrito las imágenes de la policía que desmantela un campo de refugiados en el centro de París, persigue a la gente por las calles y ataca a los periodistas y otras personas con porras y gases lacrimógenos como «impactantes».
Gérald Darmanin dijo que había exigido un informe sobre la operación policial para el mediodía de hoy martes.
«Ciertas imágenes de la ruptura de un campamento de inmigrantes ilegales en la Place de la République son impactantes», tuiteó Darmanin el lunes por la noche. “Acabo de exigir un informe detallado sobre la realidad de los hechos al prefecto de policía. Tomaré las decisiones tan pronto como lo reciba».
La policía y los gendarmes fueron enviados a última hora del lunes para despejar un campamento de la plaza en el centro de París.
Unos 450 refugiados instalaron tiendas de campaña atendiendo la petición de la organización benéfica Utopia 56 para protestar contra el desalojo forzoso de un campamento unos días antes que dejó a decenas de migrantes vagando por las calles.
Utopia 56 había emitido un comunicado exigiendo a las autoridades que proporcionen refugio a los aproximadamente 3.000 migrantes sin hogar que duermen en la calle y sus alrededores en la capital francesa.
Al caer la noche, llegaron policías y gendarmes para despejar la plaza. Los agentes fueron filmados levantando carpas y dejando a los migrantes tirados al suelo.
Abogados, diputados y concejales de la Place de la République intentaron calmar las tensiones y detener la acción policial, sin éxito.
Ian Brossat, un alcalde adjunto de París a cargo de la vivienda, que estaba presente, condenó la operación policial y dijo que la única solución era que el estado encontrara vivienda para las personas sin hogar.
“Este problema no es algo que la policía deba resolver. Pensar que resolvemos los problemas sociales con porras es una locura. Mientras no haya viviendas disponibles, habrá gente viviendo en las calles, y mientras haya gente viviendo en la calle, habrá campamentos. Pensar que podemos solucionar eso con el acoso policial que hemos visto esta noche es patético”.
La policía utilizó gases lacrimógenos y granadas de dispersión de multitudes para disolver a grupos de personas, y los periodistas dijeron que fueron atacados deliberadamente.
Rémy Buisine, reportero del sitio web de noticias Brut, dijo que fue atacado tres veces por el mismo oficial de policía a pesar de mostrar su tarjeta de prensa.
Posteriormente, la prefectura de policía dijo que la organización de campamentos de migrantes ad-hoc en la ciudad era «inaceptable».
«La prefectura de policía, por lo tanto, se dispuso a la dispersión inmediata de esta ocupación ilegal de un espacio público».
La operación policial se produjo en un momento delicado para el gobierno francés, que se enfrenta a críticas generalizadas por una nueva ley que haría ilegal la difusión de imágenes de policías en determinadas circunstancias.
La ley, vista como una amenaza directa a la libertad de prensa, también autoriza el uso policial de drones y tecnología de reconocimiento facial. Ha superado su primera lectura en la Assemblée Nationale.
Éric Coquerel, diputado del partido izquierdista La France Insoumise, que estuvo presente en la Place de la République el lunes, dijo a FranceInfo:
“Si el señor Darmanin quiere que se difundan las imágenes de lo que vimos ayer, bueno, todo lo que tiene que hacer es conseguir la aprobación de la ley. Si no es así, debería retirarlo».
Añadió:
“Lo que vimos fue una represión que, lamentablemente, no es tan inusual pero que fue completamente desproporcionada. ¿Hubo algún riesgo para los agentes de policía? No. ¿Había riesgo de daños materiales? No. En cambio, hubo una represión que cayó, les recuerdo, sobre personas que solo exigen que se respeten sus derechos humanos, sobre activistas pacíficos, sobre periodistas y representantes electos sin discriminación”.
La policía desmantela un campamento en París
