8 años de prisión para un subinspector que vendía permisos de residencia
El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha confirmado una condena de ocho años de prisión para un subinspector de la Policía Nacional de la comisaría en Terrassa (Barcelona) que vendía permisos de residencia a inmigrantes.
El hombre, ahora jubilado, dirigía la unidad de extranjería y contaba con la ayuda de tres ciudadanos que contactaban con personas en situación irregular y hacían de intermediarios para el pago.
El jurado popular consideró al principal acusado como culpable por unanimidad, y el TSJC le ha impuesto 5.400 euros de multa, 21.000 euros de indemnizaciones por falsedad documental, y once años de inhabilitación. Se lo ha encontrado culpable de aceptar sobornos de parte de una decena de personas, que, sin ser conscientes del engaño, le habrían abonado más de 50.000 euros por los servicios fraudulentos.
El subinspector negó cualquier relación con los hechos, pero la sentencia le ha acabado considerando culpable de cobrar entre 7.000 y 10.000 euros por cada uno de los permisos de residencia que habría concedido ilegalmente entre 2014 y 2017.
Manuel B., que tenía un sueldo de más de 58.000 euros anuales, aseguraba que guardaba dinero en efectivo declarado en su taquilla, pero que no «tenía la facultad» de conceder permisos de residencia.
Según la fiscalía, a través de una ley que permite dar la residencia a aquellos migrantes que colaborasen en la persecución de redes de tráfico de personas, el subinspector emitía atestados policiales con denuncias falsas esgrimiendo que sus clientes eran víctimas de mafias. La ley contempla no expulsar a las víctimas si denuncian a los autores de los delitos y colaboran con las autoridades.
8 años de prisión para un subinspector que vendía permisos de residencia
