Rusia cierra más el grifo del gas mientras Bruselas debate cómo afrontaría un corte total

Rusia cierra más el grifo del gas mientras Bruselas debate cómo afrontaría un corte total

Dos movimientos anticipan que la crisis del gas ruso se intensifica. Por un lado, Bruselas sigue discutiendo con los estados cómo rebajar el consumo, frente a un invierno que se prevé complicado. Y por otro, Rusia pasa a la acción y cierra el grifo un poco más ya que este lunes ha anunciado que reduce el suministro a Alemania rebajando drásticamente el flujo por el gasoducto Nord Stream.

Los países del sur, este y bálticos no quieren que se les impongan rebajas del 15% del consumo de gas, como propone la Comisión.

España dice que esto sería un «sacrificio desproporcionado» para la península Ibérica, que se considera una isla energética por su mala conexión con el resto del continente. Además, Madrid avisa que de todo el gas que importa ya envía un 20% al resto de socios.

Los negociadores españoles son optimistas porque ya habrían conseguido que la Comisión no tenga el poder de imponer restricciones y sólo se pueda llegar a este extremo si lo piden 5 estados miembros.

También se va perfilando la opción de que algunos países tengan que ahorrar menos del 15%, y otros, en cambio, algo más. Y que al fin y al cabo se encuentre el equilibrio que mantenga intocable ese porcentaje ante posibles cortes de suministro de gas que, viendo cómo actúa Moscú, cada día se ven más por venir.

Aún menos gas ruso hacia Alemania

En esta línea, el operador ruso, Gazprom, ha anunciado este lunes que cierra una turbina del gasoducto Nord Stream por mantenimiento. Esto significa que la llegada de gas, que ya estaba al 40% de su capacidad, se reduce aún más, a la mitad, al 20%. Por el gasoducto, sólo circularán 33 millones de metros cúbicos diarios a partir de este miércoles.

A mediados de mayo, Gazprom redujo al 33% su capacidad de suministro de gas, hasta 67 millones de metros cúbicos diarios, también debido a la necesidad de parar una turbina para reparaciones, y en julio detuvo el bombeo por «labores de mantenimiento planificadas».

Tras una pausa de diez días que acabó el pasado 21 de julio, Nord Stream arrancó con una capacidad del 40%, que quedará reducida a la mitad a partir de esta semana.


Putin y el patio trasero ruso

 

Putin y el patio trasero ruso

 


«No hay motivos técnicos»

El anuncio del recorte del suministro carece de «razones técnicas», aseguró el gobierno alemán. «Hemos tomado nota del anuncio. Observamos la situación muy de cerca», explica en un comunicado el ministerio alemán de Economía y Protección del Clima.

«Según nuestras informaciones, no existen razones técnicas para una reducción de los envíos», asegura la nota del ministerio.

El nuevo golpe al suministro llega en un momento de alta tensión, con Rusia y Occidente intercambiándose sanciones económicas en respuesta a la guerra de Ucrania.

La Unión Europea ha acusado a Rusia de recurrir al chantaje energético, mientras que el Kremlin dice que la interrupción del gas ha sido causada por problemas de mantenimiento y el efecto de las sanciones occidentales.