Ribadesella: Cuidado turista, tu asumes los riesgos rurales

Ribadesella: Cuidado turista, tu asumes los riesgos rurales

Algunos llamaron para quejarse de los rebuznos de los burros. Otros turistas llamaron al ayuntamiento de la aldea de Ribadesella, en Asturias, con una población de 5.700 habitantes, para notificarles sobre el desastre que dejaron las vacas errantes.

“La semana pasada tuvimos una señora que nos llamó tres o cuatro veces por un gallo que la despertaba a las 5 de la mañana”, dijo Ramón Canal, alcalde de Ribadesella. «Nos dijo que teníamos que hacer algo».

El ayuntamiento entró en acción. Lo que se les ocurrió, sin embargo, probablemente no cumplió con lo que esperaban los turistas quejumbrosos: una campaña de carteles irónica que pide a los amantes de la ciudad que «asuman todos los riesgos» de la vida rural.

“Aquí tenemos campanas de iglesias que suenan con regularidad, gallos que cantan temprano en la mañana y rebaños de ganado que viven cerca y que a veces llevan cencerros que también hacen ruido”, reza el cartel colgado por el pueblo en los últimos días.

«Si no puedes soportarlo, es posible que no estés en el lugar correcto».

El objetivo es cerrar la brecha a veces enorme entre la vida urbana y la vida rural, dijo el alcalde a Antena 3.

“Hay que darse cuenta de que la leche no viene en cartones, viene de las vacas, y que hay que alimentar y mantener».

Ribadesella: Cuidado turista, tu asumes los riesgos ruralesLa idea de los carteles surgió de un pueblo del sur de Francia, dijo el teniente de alcalde Luis Sánchez. Hace unos dos años, Saint-André-de-Valborgne, hogar de unas 400 personas, rechazó a los urbanitas petulantes con carteles que advertían del repique de las campanas de las iglesias, el sonido de los cencerros y el canto de los gallos en la zona.

En Ribadesella, las quejas se limitaron a un número muy reducido de turistas, dijo Sánchez. Pero aprovecharon la oportunidad para dejar claro a los residentes cuál era su posición sobre el tema.

“Es normal escuchar el canto de un gallo por la noche. Si vienes a un hotel rural, tienes que ser consciente de que así es la vida cotidiana en los pueblos”.

El cartel no trata solo de advertir a los turistas. Para aquellos deseosos de abrazar las llamadas de despertador de ovejas y gallos errantes, el cartel de Ribadesella les da una calurosa bienvenida.

“Si por el contrario eres uno de los privilegiados que puede soportar todo esto, disfrutarás del maravilloso entorno y de los excelentes productos elaborados por nuestros fantásticos agricultores, ganaderos o artesanos”, agrega. ¡Disfruta de Ribadesella!

Ribadesella: Cuidado turista, tu asumes los riesgos rurales