Polonia ofrece un visado humanitario a la atleta olímpica bielorrusa
La atleta bielorrusa Kristsina Tsimanuskaia, a quien el gobierno de su país quiso deportar después de que criticara a algunos miembros del comité olímpico nacional, ha encontrado en la embajada polaca la protección que reclamaba al Comité Olímpico Internacional (COI).
El viceministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Marcin Przydacz, confirmó que el país europeo ha ofrecido a Tsimanuskaia un visado humanitario y que la atleta ya lo ha aceptado.
Este documento protege a los refugiados que se encuentren bajo persecución. Tsimanuskaia cumple con los tres criterios necesarios para conseguirlo: se encuentra fuera de su país, no quiere volver por un miedo legítimo ligado a su visión política y nunca ha sido condenada por un crimen serio.
Aunque Polonia forma parte de la Unión Europea, la ley comunitaria establece que estos procedimientos se pueden llevar adelante individualmente por parte de cada país miembro.
Según explicó Przydacz, la atleta tiene previsto viajar a Varsovia en los próximos días. Será entonces cuando Tsimanuskaia decidirá si quiere pedir asilo, protección internacional o mantenerse tal como está.
En cualquier caso, Polonia le ofrecerá todas estas opciones, así como la de poder continuar con su carrera deportiva.
El caso Tsimanuskaia comenzó días atrás, cuando el Comité Olímpico Bielorruso anunció a los participantes de la prueba de los 4×400 metros. Pese a no estar previsto de entrada, Tsimanuskaia fue incluida sin que ella hubiera sido informada previamente.
La atleta, que estaba en Tokio para disputar la prueba de los 200 metros, publicó un vídeo en el que criticaba esta decisión tomada por los dirigentes del equipo de atletismo, ya que ella no se había preparado para esta carrera.
El problema para Tsimanuskaia es que criticó públicamente a los trabajadores del Comité Olímpico Bielorruso, una institución dirigida nada menos que por Viktor Lukashenko, el hijo del presidente del país, Alexander Lukashenko.
Para sorpresa de la atleta, Tsimanuskaia fue automáticamente retirada de las pruebas a las que estaba inscrita; el comité bielorruso alegó «problemas psicológicos».
Este domingo, sin embargo, las consecuencias fueron más lejos. A Tsimanuskaia le exigieron que hiciera las maletas y volviera a Bielorrusia inmediatamente. Fue escoltada hasta el aeropuerto, pero una vez allí evitó subir al avión después de conseguir la protección de la policía japonesa.
Polonia ofrece un visado humanitario a la atleta olímpica bielorrusa
