El obispo de Bilbao denuncia los asesinatos en Gaza y critica la pasividad de los gobiernos
El obispo de Bilbao, Joseba Segura, denunció los “asesinatos cotidianos en Gaza” y la “indiferencia de muchos gobiernos que dicen defender los derechos humanos, pero no hacen nada para acabar con la barbarie”.
En su homilía durante la Fiesta de la Asunción de la Virgen en la Basílica de Begoña, recordó también la actitud de quienes “cambian de canal para no sentirse perturbados por el horror”.
Bienestar sin felicidad
Segura advirtió que, a pesar de que vivimos en una época con “tanto bienestar, tantas opciones y posibilidades abiertas”, las personas “no son más felices”.
Señaló como síntomas la tristeza, la soledad, los problemas de salud mental y la baja natalidad.
Lamentó que “dar la vida ya no es tan querido ni buscado”, no solo por la incertidumbre económica, sino también por una “cultura que adora la libertad sin límites” y que invita a centrarse en uno mismo.
El “egodrama” frente al “teodrama”
El obispo alertó de que “muchos viven en el egodrama: yo protagonista, yo director, yo productor”, relegando a los demás a simples actores secundarios.
Frente a ello, contrapuso la figura de María, que aceptó formar parte del “teodrama”:
- “La verdadera libertad nace cuando entregamos la vida en favor de los demás”, dijo. 
- Destacó la importancia de construir familia y comunidades basadas en el amor, asumiendo sacrificios. 
El mal, una apariencia sin poder final
Segura aseguró que el mal nunca tiene la última palabra, comparándolo con los Nazgûl de Tolkien, que tras su fachada amenazante resultan ser solo humo.
“Las puertas del infierno no prevalecerán”, recordó.
Pidió la necesidad de “mujeres y hombres sin complejos, convencidos de que el amor es más fuerte que la muerte”.
Religión, violencia e historia
El obispo respondió a quienes acusan a la religión de fomentar violencia. Reconoció que la fe se ha utilizado con fines indignos, pero subrayó que Jesucristo no se defendió como guerrero, sino que aceptó la cruz.
Pidió aprender del Holocausto y de las guerras del siglo XX, recordando que la violencia fue alimentada por ideologías antirreligiosas como las de Hitler y Stalin.
Concluyó asegurando que “la paz y el perdón son el verdadero camino y la única bandera que puede llevar a la victoria”.
 

 







