¿Mazón, maldad o estupidez?
El excantante Mazón, nada más llegar a la Presidencia de la Generalitat, borró de un plumazo la Unidad Valenciana de Emergencias pues tanto él como el vicepresidente y extorero Barrera, poseían un Master en gestión de inundaciones.
Sin embargo, la dejación de sus funciones al estar abstraído en el Ventorro y su cobardía política al no decretar el cierre total de actividades en la Comunidad Valenciana, a pesar de declarar la AEMET la alerta roja para la zona, le habría convertido en cómplice indirecto de la devastadora DANA.
No obstante, su negligencia manifiesta a la hora de tomar las decisiones drásticas que exigía la gravedad de la situación y la dejación de sus funciones sería explicable por la Navaja de Hanlon «Nunca atribuyas a la maldad lo que se explica adecuadamente por la estupidez».
Asimismo, Mazón adolece de una extrema inseguridad personal y baja autoestima y necesita un líder al que seguir ciegamente, puesto que es incapaz de liderar la labores de reconstrucción de la Valencia anegada, lo que se conoce como «vértigo del azul».
El Síndrome de Zelig hace que el individuo sea capaz de adaptarse a cualquier grupo o tribu identitaria con el objetivo de mimetizarse con el entorno, síndrome evidente en la reciente decisión de Mazón de liderar la reconstrucción de las zonas devastadas por la DANA.
Así, sus primeras decisiones han sido subir el sueldo a los miembros de su Gobierno y adjudicar a dedo contratos para la reconstrucción de la zona afectada a las firma en que trabajó su jefe de gabinete así como a una empresa con 2 condenados por el caso Gürtel.
Sin embargo, Mazón tiene una deuda pendiente con la Justicia y ya el TSJ valenciano ha admitido a trámite una demanda el por «inactividad durante la DANA». Las denuncias y querellas incluyen una presentada por Iustitia Europea, dos del sindicato CGT, dos de abogados y otras dos de particulares.
Asimismo, la ciudadanía valenciana es consciente de su nefasta gestión de la catástrofe y exige imperiosamente su dimisión. El hastío y la rabia de la ciudadanía valenciana tendrá su plasmación en las próximas elecciones que condenarán a Mazón al ostracismo político.
Ello permitirá a Mazón conocer la empatía y retomar su aparcada carrera de cantante de pachangas con una actuación especial en el Ventorro y con entrada libre hasta rellenar el aforo.
