Los sindicatos denuncian cláusulas abusivas de Ryanair
La compañía Ryanair anunción el lunes que había alcanzado acuerdos individuales con una mayoría suficiente ‘de trabajadores, que han aceptado empeorar sus condiciones laborales para mantener los puestos de trabajo.
A partir del 8 de enero, aquellos que han aceptado el acuerdo pasarán de ser de fijos a fijos discontinuos: durante tres meses al año, y de manera rotatoria, irán al paro.
Quienes quienes la han rechazado, su contrato quedará rescindido, en el marco del ERE que anunció la compañía y que afectaba 164 trabajadores.
Precisamente, la Unión Sindical Obrera (USO) Ryanair ultima una denuncia contra el ERE en la Audiencia Macional para que sea declarado nulo.
Además, fruto de otra denuncia de este sindicato y de Sitcpla, el Departamento de Trabajo ha abierto una investigación por los recortes laborales.
Sospecha que se ha vulnerado el procedimiento establecido para las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo.
‘Chantaje y amenaza’
Lídia Arasanz, portavoz de USO Ryanair, explica que una vez fallidas las conversaciones entre la dirección y los sindicatos por el ERE, la empresa convocó a todos los trabajadores a una reunión el 28 de noviembre en que los hicieron elegir: o bien firmaban un contrato a título individual o bien serían despedidos el 8 de enero dentro de un despido colectivo.
Una reunión convocada menos de 24 horas antes y para la que los sindicatos no pudieran organizarse, lamenta Arasanz.
A pesar de que ella estaba de vacaciones y que otra representante sindical tenía un vuelo, finalmente pudieron asistir.
La portavoz sindical denuncia las nuevas condiciones que imponía la empresa, más allá de los tres meses que debían pasar al paro: ‘En ningún lugar se nos reconoce la antigüedad laboral ni tampoco la categoría laboral. Para Ryanair, no somos tripulantes de cabina sino agentes de servicio al pasajero.
Cláusulas que califica de súper abusivas
También considera que las opciones que presentó la dirección no eran sino un chantaje y una amenaza: «Si esto no es una coacción, que alguien me explique qué lo es. No entendemos que no haya nadie en ninguna administración española y catalana que no haya dado un golpe sobre la mesa y no haya dicho:
‘hasta aquí reírse de nosotros, de los trabajadores y de nuestra legislación. Es alucinante! Hacen lo que les da la gana’, se queja.
Arasanz explicó todo esto el jueves en Bruselas, en una reunión con varios miembros de las comisiones de trabajo del Parlamento Europeo.
Un acuerdo ‘fraudulento’
Para Natxo Parra, abogado laboralista del Colectivo Ronda, el asunto de las cartas es una prueba de que la aerolínea quiere blindarse ante eventuales impugnaciones judiciales de los trabajadores, un ejemplo más ‘de la voluntad de imponer un acuerdo ilícito.
Porque motivos para considerarlo fraudulento, dice, hay unos cuantos.
La primera cuestión es la de la antigüedad: Parra deja claro que renunciar es ilegal y, por tanto, hace nulo el contrato.
El segundo aspecto que señala es el cambio de categoría laboral, ‘que comporta, evidentemente, una reducción de sueldo’.
Admite que el cambio de categoría sí se puede pactar, pero que, como que afecta a toda la plantilla, según la ley se debe negociar con los representantes sindicales.
Como la empresa lo impone unilateralmente a cada trabajador, dice que esta cláusula es fraudulenta.
En tercer lugar, menciona la conversión de un contrato fijo a fijo discontinuo.
El artículo 12.4 del estatuto de los trabajadores lo prevé para casos individuales, pero siempre que sea fruto de un acuerdo entre la empresa y el trabajador y sin que la consecuencia para el trabajador en caso de rechazarlo sea perder trabajo.
Precisamente, recuerda que en este caso la empresa lo ha presentado como una propuesta de ‘todo o nada’, con la amenaza de despido.
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