La toxicidad de los Lobbies en Bruselas

La toxicidad de los Lobbies en Bruselas

¿Sabía que los fabricantes de automóviles alemanes Mercedes-Benz, BMW, Audi y Porsche han proporcionado vehículos gratuitos a las presidencias rotativas de la UE desde 2012, justo cuando se negociaban las regulaciones sobre emisiones de vehículos?

Cuando se trata de la responsabilidad y la transparencia en la UE, para muchos no será una sorpresa que a algunas instituciones de Bruselas no les vaya tan bien en términos de la confianza de los votantes.

Después de todo, la influencia que los lobbistas ejercen sobre los funcionarios de la UE es notoria, desde los cócteles nocturnos que se celebran en Bruselas hasta las puertas giratorias de los ex comisionados que cabildean a sus sucesores en nombre de las multinacionales.

Sin embargo, lo que a menudo se ignora es que se supone que estas mismas personas son nuestros representantes en Bruselas.

Un informe arroja nueva luz sobre este problema y detalla la influencia que tienen los grupos de presión sobre los representantes de los estados miembros y las embajadas dentro de la UE, quienes a su vez tienen una gran influencia en la configuración de la legislación de la UE.

El estudio, Estados capturados de Corporate Europe Observatory, indica detalladamente cómo los gobiernos de la UE son un canal para los intereses corporativos.

Asimismo, establece cuántas embajadas de los estados miembros de la UE y sus representantes permanentes son esencialmente portavoces corporativos, canalizando la influencia de multinacionales.

Lo llaman patrocinio

Lo revelador de este estudio es la gran cantidad de embajadas, comités y grupos asesores a los que pueden dirigirse los cabilderos: desde el Consejo hasta el comité permanente sobre transporte, animales, alimentos y piensos.

Esto, además de la comisión y varios diputados y funcionarios del Parlamento.

No es de extrañar que Alemania se negase a divulgar a los lobbistas que su gente había mantenido reuniones con los autores de este estudio, ¿algo que esconder?

Telefónica y gastos de itinerancia

Es bien sabido que Telefónica ha gozado históricamente de estrechos vínculos con los ejecutivos del gobierno español.

Lo que descubrimos es que las propuestas del consejo eran en realidad mucho más amigables con la industria que cualquier otra cosa que la comisión o el parlamento hubieran presentado.

Los grandes operadores como Telefónica, Deutsche Telekom y la francesa Orange estaban atando las cosas detrás de los negociadores de los estados miembros.

Sí, los operadores finalmente no lograron poner el pie en las nuevas reglas del roaming, pero fueron salvados por los funcionarios españoles que debilitaron con éxito el acuerdo final de la UE.

Del mismo modo, este estudio también detalla cómo los fabricantes de automóviles alemanes trabajaban horas extraordinarias en grupos de expertos esotéricos, con grupos de expertos y asesores, como el comité técnico sobre vehículos.

¿El resultado?

Las nuevas normas de prueba de emisiones en el mundo real de Europa fueron socavadas y retrasadas, prolongando así las emisiones tóxicas y contribuyendo a más muertes anualmente.

Dieselgate y glifosato

Y las órdenes para el retraso provinieron directamente de Angela Merkel en una llamada telefónica a Jean-Claude Juncker a través de un correo electrónico de la oficina del presidente del ministro bávaro en representación de BMW y de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz.

Así que incluso el líder más poderoso de Europa ha hecho la licitación de los cabilderos.

El hecho de que muchos de estos comités cruciales de la UE sean a menudo complejos y opacos significa que hay poca transparencia o responsabilidad.

Todo, desde la renovación del glifosato, que involucra a Monsanto, ahora propiedad del gigante químico alemán Bayer, y en connivencia con el Bundesinstitut fur Risikobewertung (Instituto Federal para la Evaluación de Riesgos), hasta las políticas de austeridad y gobernanza fiscal, los cómodos vínculos entre los gobiernos de los estados miembros, los funcionarios y las empresas de la UE están tan arraigados históricamente que amenazan el proceso democrático.

Problemas serios, endémicos y sistemáticos

Los lobbies corporativos de élite disfrutan de un acceso inigualable a los líderes de los estados miembros, algo con lo que los grupos cívicos y las ONG solo pueden soñar.

Pero, hay esperanza para que esto cambie?.  La respuesta es un enfático SI, al menos en algunos sectores.

En Barcelona se ha creado un Lobby anti-Lobbies, la Asociación Taxi Project 2.0, que se autodenomina Pressure Association.  Básicamente está creada para ejercer como grupo de presión allí donde están todos los buitres y sus lobbistas presionando, es decir desde dentro del gallinero.

Dicha asociación está creada a partir de una base significativa, como es hacer frente a los gobiernos de la Unión Europea cuando son un canal para los intereses corporativos.

Actualmente la cifra de lobbies en la UE asciende a más de 30.000 y este mismo año se unió a la partida con Uber, el desgarrador económico español, Maxi Mobility Spain, S.L. (Cabify).  Por esto, Tito Álvarez, el propulsor de Taxi Project 2.0, ya declaró hace unos días a este medio «El miedo va a cambiar de bando«.

Es indignante también aprender del estudio «Estados Capturados», que los estados miembros incluso buscan activamente grupos de presión corporativos para defender una causa en particular o en nombre de una industria nacional, como lo hizo la reciente presidencia austriaca con el productor de acero Voestalpine, que en última instancia promovería el uso de fósiles.

El estudio presenta una serie de recomendaciones para poner fin a este cultivo tóxico.

El hecho de que el público ahora sea más consciente de lo que hacen los cabilderos es positivo.

Sin embargo, la falta de participación de los ciudadanos en la toma de decisiones nacional sobre asuntos de la UE debe revertirse.

Necesitamos urgentemente más transparencia a través de los registros de cabildeo en todas las instituciones de la UE, y todos los estados miembros deben publicar sus posiciones durante las negociaciones.

Debemos reforzar al Defensor del Pueblo Europeo que hace un gran trabajo en la defensa de la transparencia.

Por encima de todo, debe haber un cambio cultural al por mayor de los parlamentos de los estados miembros a las instituciones de la UE.

500 millones de ciudadanos merecen algo mejor, no podemos seguir así.

La toxicidad de los Lobbies en Bruselas