La falta de autoconciencia de los políticos

La falta de pensamiento crítico y autoconciencia de los políticos

La falta de pensamiento crítico y autoconciencia no se limita a los bancos centrales.

Los políticos son probablemente peores.

Hace unos días vimos el final de una huelga de tres semanas en el taxi en Madrid, y ahora las calles están nuevamente obstruidas por taxis vacíos que buscan un cliente.

En la capital, Uber y Cabify no paran de introducir nuevos coches saltándose una normativa estatal y actuando al márgen de la legalidad como si fuese la ciudad sin Ley.

Algunos pueden pensar que este ha sido un punto culminante para el presidente regional del PP, Angel Garrido, que se ha resistido a la intensa presión de los sindicatos de taxistas.

En lugar de seguir el ejemplo de la alcaldesa de Barcelona, ​​que promovió la causa de los monopolistas sobre el bienestar de la ciudadanía en un aplauso general.

Esta misma postura siguieron muchas de las comunidades afectadas por la irrupción de las VTC ilegales.

La falta de autoconciencia de los políticos

En incumplimiento de la estructura actual del mercado, que establece un límite de 1/30 para el número de VTC/Taxi, es perjudicial para los consumidores, ya que Uber y Cabify no tienen que competir ni en el precio ni en los requisitos que se impone al taxi.

Esto, guste en principio o no al consumidor, al final es el quién está agraviado ya que en las condiciones de contratación figura bién claro que su seguro no cubre los daños ocasionados a los viajeros.

Así como las tarifas dinámicas, que como ya se ha comprobado fluctúan al alza cada vez que hay alta demanda.

Los ganadores en esta guerra de poder son los propietarios de todas estas licencias, pero algo nos hace pensar que el legislador sin duda tiene algo que ganar, de lo contrario esta postura sería ridícula.

Los partidos políticos en España se están abriendo nominalmente a nuevas ideas.

El requisito previo más importante para convertirse en un experto en economía de la política española es no tener ninguna experiencia práctica en negocios.

Ninguno de estos asesores ha establecido o dirigido una empresa, o lo que es más importante, no han tenido que cerrar una, lo que también es una experiencia invaluable.

No pueden comenzar a comprender la cantidad de papeles y los gastos ridículos que requieren las transacciones simples, como comprar una casa.

Como resultado, no tienen idea de por qué la mayoría de las empresas familiares no tienen suficiente personal ni subescala, ya que ni siquiera pueden comenzar a comprender que la mayoría de las personas racionales no pueden soportar la responsabilidad implícita a largo plazo de cada empleado adicional.

La falta de autoconciencia de los políticos

Peor aún, la falta de autoconciencia de los políticos, les hace pensar que acumular el 75% del PIB de renta per cápita de nuestros grandes socios de la UE es una situación natural para el país.

Es necesario que haya una revolución en esta mentalidad nacional contraproducente que favorezca a los productores sobre los consumidores, que ubique a los empleados atrincherados sobre el talento más joven, una forma de pensar que subsidia a algunos propietarios de pequeñas empresas míticas sobre el derecho del público a horarios de compra convenientes.

En resumen, el país necesita deshacerse de una cultura que tolera la corrupción y subestima la competencia, la diligencia y la civilidad.

La falta de autoconciencia de los políticos