Juan Carlos I alquilaba jets privados de lujo pagados desde Suiza
Entre el 2016 y 2018 la fundación suiza Zagatka, pagó a Juan Carlos I cinco millones de euros para vuelos en aviones privados, a 9.800 euros por hora, en las Bahamas, la República Dominicana y el Golfo Pérsico.
Los aviones de vez en cuando despegaban desde una base militar de Torrejón de Ardoz, explica La Tribune de Genève. «Algunas de las facturas de estos vuelos mencionan como dirección del cliente el palacio de la Zarzuela», continúa el diario de Ginebra, que afirma disponer de documentación.
La Tribune de Genève focaliza el entramado en un primo de Juan Carlos de Borbón que habría actuado de testaferro.
Según el diario, Álvaro de Orleans y Borbón sería el titular de la fundación Zagatka, en la que figuraría como tercer beneficiario el propio rey de España con el argumento, según los estatutos de la entidad, de la que Juan Carlos había «abierto en España el camino de la libertad».
En realidad, según el diario suizo, hay indicios que el dinero de la fundación provenga de una «comisión recibida en relación con la conexión de los grupos de interés durante la venta del Banco Zaragozano al Barclays».
Esta fundación, según La Tribune de Genève, fue fundada en Ginebra en 2003 y «ha beneficiado mucho Juan Carlos, que la utilizaba para viajar por todo el mundo con un lujo absoluto».
De todos modos, la justicia suiza está encontrando un entramado complicadísimo donde, aparentemente, todos los personajes se engañan entre ellos.
La Tribuna de Ginebra explica que la historia de la fundación Zagatka revela las complicadas, incluso tensas, relaciones entre estos diferentes protagonistas.
El príncipe Alvaro no habría sabido en 2018 que Juan Carlos había recibido 100 millones de Arabia Saudita, diez años antes. Y, por tanto, que él mismo habría sido perfectamente capaz de pagar sus vuelos privados en jet».
Es decir que incluso el testaferro habría sido engañado por Juan Carlos I, que dispondría de varias líneas de evasión financiera que no tendrían conocimiento mutuo.
Juan Carlos I alquilaba jets privados de lujo pagados desde Suiza
