Aitor Zelaia y Galder Barbado condenados a cuatro años de prisión
Galder Barbado y Aitor Zelaia en una manifestación en Vitoria-Gasteiz el pasado mes de enero - JAZKI FONTANEDA / FOKU

Aitor Zelaia y Galder Barbado condenados a cuatro años de prisión

La sala cuarta de la Audiencia Nacional ha condenado a Aitor Zelaia y Galder Barbado a cuatro años de prisión por posesión de explosivos. La fiscalía solicitaba ocho años de prisión por posesión y uso de explosivos “con fines terroristas”. Las sentencias, firmadas por Ángela Murillo, Teresa Palacios y Carmen-Paloma González, condenan a los dos jóvenes a cuatro años de prisión por «terrorismo» pero por posesión y uso de explosivos.

En 2018, la Ertzaintza encontró un barril en un polígono industrial de Dura (Álava), que en la sentencia la Audiencia Nacional pone de manifiesto que los dos jóvenes habían «intervenido» en 2014 para «esconder». el barril. Dentro del barril se encontraban «diversos objetos para fabricar explosivos», según la sentencia, y el «objetivo» era colocarlos en una «vía pública» para crear «miedo a los ciudadanos» con la explosión.

Dentro del barril había otra caja, cinco cajas y un frasco de clorato de potasio, siete cohetes envueltos en una bolsa de tela, cuatro frascos de plástico de ácido sulfúrico concentrado, un cable eléctrico, siete frascos de gas propano, cinco botes, tuercas y tornillos, un mecha y cuatro llamas.

«Este material podría haberse utilizado para fabricar dispositivos domésticos como iniciadores químicos y dispositivos mixtos (explosivos y retardadores de fuego)», según la frase, «similares a los que se utilizan en las luchas callejeras».

En palabras de los jueces, los dos jóvenes también utilizaron este lugar como un “hueco” para almacenar material para “acciones de lucha callejera” en 2014 y 2015. Los acusados ​​habrían encontrado cuatro huellas dactilares y «restos biológicos» en la escena, dice la sentencia.

Según la sentencia, los acusados ​​explicaron en el juicio que se posicionan en la izquierda nacionalista y que están de acuerdo con la decisión de ETA de deponer las armas.

En palabras de los jueces, sin embargo, el material encontrado en este «agujero» no coincide con lo que dijeron los dos jóvenes, ya que encontraron «artículos para explosivos de uso común en la violencia callejera».

El uso de este material podría «perturbar la paz de la sociedad», según la sentencia, al «atentar contra la propiedad y las personas», «con el mismo fin que las actividades de ETA, perturbar el orden público e intimidar a las personas, aunque se considere bajo en intensidad del terrorismo».

EH Bildu: «subterfugio policial»

Inmediatamente después de la sentencia, EH Bildu denunció que las sanciones contra Barbado y Zelaia se basaron en una «conspiración policial», en cuya elaboración tuvo un papel directo la «Ertzaintza».

La coalición independentista destacó que los dos jóvenes habían sido sancionados por un «tribunal excepcional que estaba fuera de tiempo y fuera de lugar», y que el jurado que los condenó era también el que había sancionado Estrasburgo por falta de imparcialidad en el caso Bateragune.

La jueza Ángela Murillo se encuentra entre los miembros del jurado. Según EH Bildu, el castigo de estos dos jóvenes «no contribuye en absoluto a la construcción de la paz y la convivencia que demanda la sociedad vasca».

«Fuera de tiempo y fuera de lugar»

Según Sortu, las sanciones contra Zelaia y Barbado están «completamente fuera de tiempo y fuera de lugar» y tienen el «objetivo inaceptable de encadenar al País Vasco en el pasado».

El partido destacó que se han dado «pasos importantes» para resolver el conflicto en los últimos años, moviendo «posiciones de Estado fuertes» entre los presos, y que los dos jóvenes se han dado en este «contexto». Están trabajando para entorpecer el proceso».  Sin embargo, según Sortu, es “hora” de vaciar las cárceles: “La legislación de exenciones debe terminar. La Audiencia Nacional es superflua”.

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