Uber utilizó créditos de carbono generados en una granja que empleaba mano de obra esclava
Los trabajadores de Sipasa Farm dormían en hamacas instaladas en el porche. Por falta de mantenimiento, el alojamiento tenía azulejos rotos y un baño sin agua corriente. (Foto: MPT)

Uber y Audi utilizaron créditos de carbono generados en una granja que empleaba mano de obra esclava

Uber, Audi y otras 20 empresas compensan las emisiones de gases de efecto invernadero utilizando créditos de carbono de un área donde las autoridades brasileñas identificaron deforestación y el uso de trabajadores esclavizados, según el informe de Repórter Brasil. En junio de 2023, 16 trabajadores fueron rescatados de la Granja Sipasa, propiedad de la empresa Sipasa, en Moju, noreste de Pará.

Los trabajadores habían sido contratados para talar 477 hectáreas de bosque dentro de un área de la finca perteneciente al Proyecto Maisa, el cual era recompensado por mantener el bosque en pie. En el mercado de carbono, empresas e individuos compran créditos de proyectos que previenen la deforestación para compensar las emisiones de sus actividades diarias.

Uber, por ejemplo, utilizó estos créditos para compensar las emisiones de sus operaciones en Ecuador, República Dominicana y Panamá, mientras que Audi Sport compensó las emisiones de su participación en la competencia del Rally Dakar.

Los créditos de carbono generados por el proyecto y utilizados entre 2020 y 2023 ascendieron a aproximadamente 6 millones de dólares según una estimación de la consultora londinense AlliedOffsets, cuya metodología se basa en precios de mercado. El área a proteger abarca un total de 26.000 hectáreas en la Amazonía, incluida la finca Sipasa, donde fueron rescatados los trabajadores.

Según José Weyne Nunes Marcelino, auditor laboral que coordinó el operativo de inspección, estaban alojados en un galpón de madera “en condiciones sumamente precarias, con el piso derrumbado y faltando partes del techo”.

El informe de inspección, al que tuvo acceso Repórter Brasil, también indica que en los dormitorios hacía tanto calor que los empleados preferían dormir en hamacas al aire libre. “En el hospedaje de Sipasa dormíamos en hamacas, no había ropa de cama, solo la que yo traía. ¿Un ventilador? Eso nunca existió donde yo trabajaba”, confirma Francisco*, motosierrista de 70 años y uno de los rescatados en la operación.

Tampoco había agua en los baños, construidos fuera del cobertizo. Según la inspección, los trabajadores se ducharon con una manguera y hicieron sus necesidades entre los arbustos. La cocinera, la única mujer entre los rescatados, tuvo que improvisar un baño dentro de la habitación de madera para ducharse con cierta intimidad.

En respuesta al informe, Uber afirmó que sólo invierte en proyectos que estén “certificados, rastreables y auditables” por organizaciones reconocidas internacionalmente. Audi afirmó que dará “un seguimiento serio a la información” enviada por Repórter Brasil pero no pudo brindar más aclaraciones por el momento.

Verra, organismo certificador del proyecto, afirmó que luego de ser contactado por Repórter Brasil, decidió “desactivar inmediatamente el proyecto”.

Repórter Brasil también envió preguntas al abogado de Márcio Pinto Lisboa Pinheiro, propietario de Sipasa, pero no hubo respuesta.

Nike, iFood y Giorgio Armani también fueron clientes

Audi utilizó créditos de carbono del Proyecto Maisa en julio de 2023, un mes después del rescate de los trabajadores, para compensar las emisiones de sus coches de carreras en el Rally Dakar 2022. El uso de créditos por parte de Uber se produjo en agosto de 2023, también poco después de la acción de las autoridades brasileñas en la finca.

Otras empresas también utilizaron créditos del Proyecto Maisa el año pasado, aunque antes del rescate. iFood compensó las emisiones de carbono de los eventos de carnaval patrocinados por la empresa, y Giorgio Armani Spa utilizó créditos del Proyecto Maisa para neutralizar las emisiones de un desfile de moda en Dubai. Nike también utilizó créditos de la zona en sus operaciones.

La integridad del Proyecto Maisa había sido cuestionada desde 2021 cuando se identificó deforestación dentro del área, según informes de Unearthed y Climate Home News. Sin embargo, dado que el proyecto recién se terminó definitivamente ahora, los créditos generados en 2020 y adquiridos hasta 2022 permanecieron activos y se utilizaron para compensar emisiones posteriores.

“Si la empresa compra [el crédito], también contribuye a las violaciones dentro de esta propiedad y está fomentando el trabajo esclavo”, señala Andréia Barreto, de la Defensoría Pública del Estado de Pará. Para el defensor, la flagrante “demuestra que el proyecto carece de sostenibilidad social”. El año pasado, el DPE solicitó la suspensión de proyectos de créditos de carbono en cinco territorios tradicionales del estado por indicios de acaparamiento de tierras.

En declaraciones a Repórter Brasil, iFood destacó que “el monto [de créditos utilizados por iFood] relacionados con el mencionado proyecto representó menos del 0,002% del total emitido”, y manifestó su compromiso de conducir sus negocios con responsabilidad, ética y integridad.

Giorgio Armani y Nike no respondieron a las solicitudes de comentarios de Repórter Brasil. El espacio permanece abierto para sus comentarios.

Repórter Brasil

Autoras: Poliana Dallabrida e Isabel Harari

Editora: Naira Hofmeister