La sustentabilidad es la base de un futuro saludable

La sustentabilidad es la base de un futuro saludable

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) buscan garantizar una vida sana y promover el bienestar para todas las edades. En este sentido, el programa está basado en mejorar la igualdad para mejorar las necesidades insatisfechas en niños, mujeres y personas desfavorecidas.

Un desarrollo sostenible, a escala global, permitirá mantener un estado de salubridad en varias regiones del mundo. De este modo, sustentabilidad y salud tendrán un papel meramente dialéctico, para la construcción de un futuro prometedor. Justamente, uno de los objetivos enmarcados por la ODS es “garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades es esencial para el desarrollo sostenible”.

Bienestar como sinónimo de salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el concepto de salud refiere, específicamente, a un estado de equilibrio absoluto de bienestar entre lo físico, lo social y mental y no se refiere solamente a la ausencia de enfermedad.

Mantener la salubridad es una consecuencia proporcional al bienestar, por lo que todas las acciones pertinentes para mantener dicho estado son sustanciales. Si bien cada individuo deberá practicar hábitos saludables para mantener su bienestar y evitar las Enfermedades No Transmisibles (ENT), las políticas públicas son responsables de asegurar la calidad de vida de la población en los países emergentes y subdesarrollados.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informa que desde el año 2000, las vacunas contra el sarampión han evitado casi 15,6 millones de muertes. No obstante, la ONU asegura que “los niños que nacen pobres tienen casi el doble de probabilidades de morir antes de los cinco años que los de las familias más ricas”. A pesar de los avances en cuestiones de salubridad que se ha generado en el mundo, la mortalidad infantil sigue siendo elevada en Asia Meridional y en África Subsahariana.

La sustentabilidad es la base de un futuro saludable

En un futuro próximo, la energía debería ser 100% renovable, para evitar el desperdicio y el consumo excesivo que se traduce en contaminación a corto o largo plazo. Una excelente manera de evitar el consumo eléctrico a gran escala es, por ejemplo, la instalación de paneles solares fotovoltaicos, lo cual supone además una inversión segura por un período de al menos 30 años.

Asimismo, se asegura que los proyectos de construcción deberían plantearse a partir del reciclado de materiales, para que las viviendas sean más sostenibles. De este modo, se asegura una reducción significativa de los costos de construcción y además se beneficia a la ecología. Cuidar al medioambiente en donde se vive repercutirá en la calidad de vida del individuo.

Ahorro energético: la clave de un futuro prometedor

La eficiencia energética es un tema sustancial en la construcción de viviendas sustentables. El ahorro energético, sin lugar a dudas, es la clase de un futuro prometedor. Expertos en arquitectura, aseguran que la construcción sustentable no solamente es un beneficio en términos económicos. Un modelo de construcción arquitectónica debe contemplar además del costo, la calidad de la obra, la seguridad y obviamente el medioambiente.