La represión política de EE.UU. genera temores por la fuga de cerebros chinos
A los científicos estadounidenses les preocupa que la represión de su gobierno contra la interferencia extranjera en las universidades esté alejando a los científicos de ascendencia china.
Su éxodo sería una pérdida para la innovación estadounidense, según las extensas entrevistas que el diario Nature realizó con científicos y líderes de investigación.
«Ciertamente hay gente que se va», dice Steven Chu, físico ganador del premio Nobel de la Universidad de Stanford en California, quien fue secretario de energía durante el mandato de Barack Obama.
La comunidad de investigadores siente cada vez más los efectos de las tensiones políticas entre Estados Unidos y China.
Los políticos estadounidenses, incluido Donald Trump, han acusado al gobierno chino de utilizar estudiantes e investigadores para adquirir de manera ilícita el conocimiento y la propiedad intelectual estadounidenses, acusaciones que el gobierno chino ha negado repetidamente.
Desde 2018, las agencias gubernamentales de EE.UU. han revelado restricciones de visa cada vez más estrictas para ciudadanos chinos y controles sobre qué investigación se puede compartir con China.
También se ha investigado a científicos estadounidenses con vínculos con China financiados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) o la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) por violar potencialmente las reglas de financiación.
El NIH dijo en junio que había investigado a 189 científicos que podrían haber violado las reglas institucionales o de subvenciones sobre la integridad de la investigación.
De estos investigadores, el 93% tenía vínculos con China y el 82% eran de origen asiático.
Y en los últimos dos meses, cuatro investigadores de China que trabajan en Estados Unidos han sido acusados de fraude de visas por supuestamente no declarar vínculos con el ejército chino, lo que marca un nuevo capítulo en las relaciones científicas entre Estados Unidos y China.
Los arrestos más recientes son otro ejemplo de cómo el gobierno de Estados Unidos está tomando medidas enérgicas contra los académicos chinos, parte de un patrón de acciones que han creado una atmósfera de temor y han hecho que los investigadores piensen en irse, dice Jessica Chen, abogada de inmigración en Houston, Texas, quien ha sido contactada por investigadores por cuestiones de inmigración.
Las personas no pueden concentrarse en su trabajo cuando les preocupa que puedan ser investigadas o acusadas de espionaje, dice Chen.
«Esto crea un entorno verdaderamente opresivo en el que intentar realizar una investigación».
La represión política de EE.UU. genera temores por la fuga de cerebros chinos
