La redada de Badalona se salda con la incautación de 59 kg. de cocaína y 1,5 millones de euros
Los Mossos han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de drogas, de armas y el blanqueo de capitales.
En un macrodispositivo que tuvo lugar el pasado 29 de noviembre se detuvo a 28 personas.- 11 de las cuales ingresaron en prisión.- en 33 entradas y registro, principalmente en el barrio de Sant Roc de Badalona y en poblaciones del área metropolitana.
La investigación, que ha durado más de un año, ha permitido radiografiar la actividad delictiva de una organización criminal con una sofisticada estructura diseñada para eludir o atenuar la acción de la policía.
Las pesquisas policiales, que inició la Unidad de Investigación de la comisaría de Badalona y en las que se añadieron posteriormente diversas áreas de la DIC, han puesto de relieve una estructura delincuencial en toda su dimensión, tanto en cuanto al circuito de distribución de drogas como respecto del ámbito logístico y de infraestructura del grupo.
Con esta operación se ha podido actuar sobre el organigrama en su conjunto y en todas sus capas.
Esta investigación ha tenido como finalidad llegar al corazón de la organización y evidenciar el complejo entramado delictivo que funcionaba en varios niveles.
Una estructura empresarial y unos roles perfectamente definidos
Encima de todo el entramado había una sola figura, el líder de la organización, un hombre que pertenece a un conocido clan familiar de Badalona vinculado al tráfico de drogas.
Se trata de una persona que tomaba muchas medidas de seguridad y que se alejaba de todo contacto con la droga, excepto cuando tenía que negociar la compra al por mayor.
Dirigía la organización desde su domicilio en Viladecans.
Justo debajo y como persona de su máxima confianza estaba su hermano, que se encargaba de la recaudación diaria que se generaba en el punto de venta del barrio de Sant Roc en Badalona, del que era la cabeza.
En este caso tampoco tocaba nunca la droga, como medida de protección.
A partir de aquí la organización se estructuraba en tres áreas: la comercial, con sus puntos de venta, la logística y la financiera.
Área Comercial
En esta área se velaba para el punto de venta, que funcionaba 24 horas al día los 7 días de la semana, siempre que hubiera stock disponible de droga que era recogida en el exterior y trasladada al punto de distribución.
Allí se preparaban los envoltorios para el consumidor aunque desde el centro logístico la droga ya venía preparada en papelinas.
Otra de las funciones del punto de venta era que se pudiera garantizar el abastecimiento de la red de vendedores a quienes controlaban otros miembros del grupo, los vigilantes, para evitar que se apoderaran de la sustancia estupefaciente o del dinero obtenido.
Estos vigilantes también tenían el encargo de evitar asaltos a otras organizaciones criminales que los quisieran sustraer la droga.
Área logística
Una de las características de este grupo criminal tiene que ver con la creación de compartimentos estancos dentro de la estructura de manera que se dificultara al máximo una eventual investigación de la policial.
De ahí que el centro logístico estaba situado en Santa Coloma de Gramenet y, al frente, había personas de otro clan familiar que no tenían ninguna relación con el punto de venta de Badalona.
La confianza que tenía el líder de la organización era total como lo demuestra el hecho de que el centro logístico se guardaban grandes cantidades de cocaína y también de dinero, a veces durante meses.
En este lugar se hacía el corte de la sustancia y se preparaban las dosis para los puntos de venta de Badalona y Sant Adrià del Besòs, donde se hacían entregas periódicas.
Área financiera
Esta parte de la estructura estaba destinada a blanquear la ingente cantidad de dinero que se generaban con el tráfico de drogas.
Sólo en el punto de venta de Badalona se podían generar entre 10.000 y 15.000 euros al día.
Por lo tanto, una de las estrategias del líder de la organización para tratar de poner el máximo de dinero en el circuito legal era la inversión en activos patrimoniales.
La estrategia consistía en adquirir inmuebles en efectivo a un precio favorable, con una doble finalidad: por un lado, compraban inmuebles que eran utilizados como puntos de venta de droga en la zona de influencia del barrio de Sant Roc.
Por otro lado, con una voluntad situada en la inversión, buscaban propiedades de alto standing, como en el caso de las propiedades de Valencia o Mallorca.
El subjefe de la organización y hermano del líder también se encargaba de proporcionar una red de testaferros de confianza para poner los domicilios a su nombre.
La adquisición de este parque inmobiliario también tenía como objetivo hacer frente a posibles intervenciones policiales contra la organización que les resultaran lesivas económicamente.
El tráfico de armas dentro de la organización
En cuanto a la actividad en torno al tráfico de armas en este caso no hay ni fabricante ni importador al por mayor. En este caso hablamos de clanes familiares multidelictius que disponen de armas de fuego para dar cobertura a su actividad delictiva.
Se trata de un circuito de compraventa a nivel de los propios clanes, para garantizar su protección respecto de otros clanes ajenos, para llevar a cabo venganzas e imponer su disciplina.
Esta parte de la investigación ha descubierto un taller donde a partir del dominio en la manipulación de armas se hacen reparaciones, recarga munición o se manipulan para conseguir más poder de penetración, por ejemplo.
Paralelamente se han podido acreditar más de quince ventas de armas en estos circuitos.
El dispositivo de explotación de la investigación
El día 29 de noviembre se llevó a cabo un operativo policial en el que participaron más de 500 Mossos.
Se llevaron a cabo 33 entradas y registro y se arrestaron 28 personas.
Los municipios donde se actuó son Badalona, Sant Adrià del Besòs, Barcelona, Alella, Valencia, Riells i Viabrea, Matadepera, Sant Celoni y Baronia del Montseny.
Durante los registros los mossos encontraron 1.413.800 euros en efectivo, joyas, dispositivos electrónicos y documentación diversa.
En cuanto a armas se localizaron un revólver, una pistola, tres escopetas, una carabina, una pistola de aire comprimido, cuatro armas de imitación, además de abundante cantidad de munición.
Respecto a la droga se encontraron 59 kilos de cocaína, 121 plantas y 17 kilos de marihuana.
En relación con la actividad de blanqueo se han embargado catorce pisos, se han intervenido nueve vehículos y se han bloqueado dos cuentas corrientes.
También se tapiaron siete pisos del barrio de Sant Roc de Badalona por parte de la brigada municipal del Ayuntamiento de Badalona que eran puntos de venta de droga, para evitar de esta manera la reiteración delictiva.
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