La OTAN convoca una reunión de urgencia a petición de Ucrania por el ataque con misiles de Rusia
La OTAN ha anunciado una reunión urgente con Ucrania el próximo martes en respuesta al lanzamiento del nuevo misil balístico Oréshnik por parte de Rusia. Este cohete hipersónico, presentado como un avance tecnológico por Moscú, ha llevado a Ucrania a solicitar apoyo inmediato. La reunión, convocada a nivel de embajadores, se celebrará en la sede de la Alianza en Bruselas para evaluar las implicaciones de este ataque y la reciente escalada del conflicto.
Ucrania denuncia la amenaza del Oréshnik
La inteligencia militar ucraniana ha informado que el Oréshnik, cuyo nombre significa «avellano» en ruso, fue lanzado desde la región de Astrajan y alcanzó un objetivo en Dnipró en tan solo quince minutos. Este misil hipersónico, capaz de alcanzar velocidades de casi tres kilómetros por segundo, viaja a una velocidad once veces superior a la del sonido.
Desde el Kremlin, se ha justificado el ataque como una respuesta a los recientes usos de armamento occidental de largo alcance por parte de Ucrania. Dmitri Peskov, portavoz de la Presidencia rusa, declaró: «Rusia ha demostrado claramente sus capacidades».
Reacción de Ucrania y peticiones internacionales
Esta semana, Ucrania comenzó a emplear los misiles ATACMS estadounidenses y los Storm Shadow británicos, tras recibir autorización de Washington y Londres. Estos ataques han afectado objetivos militares en regiones rusas fronterizas, aumentando las tensiones.
Mikhailo Podoliak, asesor presidencial ucraniano, expresó en la red social X: «¿Cómo tenemos que reaccionar ante esto? De la manera más dura posible». Además, hizo una llamada a la comunidad internacional para aislar aún más a Rusia y proporcionar a Ucrania armamento adicional, especialmente misiles de largo alcance.
Visita del nuevo secretario general de la OTAN a Estados Unidos
Mientras tanto, el recién nombrado secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se reunió con el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, en su residencia de Mar-a-Lago. Este encuentro forma parte del protocolo habitual tras la elección de un nuevo presidente estadounidense.
Sin embargo, la relación de Trump con la OTAN ha sido históricamente conflictiva. Durante su campaña presidencial, el magnate criticó a la Alianza Atlántica y advirtió a los aliados que no cumplieran con sus obligaciones financieras. En sus palabras, estas naciones estarían incentivando a Rusia a «hacer lo que quisiera».