La justicia condena a Uber Italia. 'Los Riders fueron explotados e insultados'

La justicia condena a Uber Italia. ‘Los Riders fueron explotados e insultados’

Los repartidores de Uber Eats tienen derecho a que se reconozca su relación laboral: este es el significado de una sentencia con la que el tribunal laboral de Turín ha condenado a Uber Italia, por una demanda interpuesta por 10 repartidores.

Para los demandantes, que trabajaron para Uber Italia a través de la empresa Flash Road City, la empresa deberá pagar la remuneración por la actividad realizada además de las asignaciones correspondientes.

Los jueces no reconocieron los daños por la falta de aplicación de las medidas de seguridad y el incumplimiento de la privacidad. En Milán hay abierta otra causa penal por contratación ilegal y explotación laboral, desde que se intervino la empesa en mayo de 2020.

Un audio que Ilfattoquotidiano.it puso a disposición de la fiscalía en mayo de 2020 había documentado las amenazas y los tonos insultantes con los que uno de los administradores de Flash Road City envió a los chats internos de los Riders de Uber en Turín.

En sus diversas procesos judiciales, los demandantes (a menudo extranjeros reclutados en los centros de acogida) manifestaron que se les pagaba tres euros por entrega, sujeto a tarifas de trabajo «extenuantes», multadas sin justificación real. “Trabajamos – explicó tras la sentencia un repartidor de origen nigeriano – en cualquier condición, con lluvia, con frío, pero sin seguro y sin protección. Si ocurrió un accidente y se llamó a la empresa, no se recibieron respuestas. Ahora estoy muy contento con esta decisión judicial”.



“Se ha hecho justicia por unas condiciones de trabajo más allá de cualquier parámetro que avergüence a nuestro país”, dijo tras la sentencia la abogada Giulia Druette, quien asistió a los demandantes junto a su colega Sergio Bonetto. “De los documentos de la investigación criminal en Milán, subraya, se desprende que se hacía referencia a los pasajeros con términos como ‘pésimo’ o ‘sin hogar apestoso’. Desde el punto de vista de la clasificación del puesto me parece claro, dado que estábamos hablando de hechos que ocurrieron en 2020, que la situación, a pesar del decreto ley de 2019, no se puede decir que esté resuelta. La herida debe curarse».

Estas son las amenazas dirigidas por uno de los investigados por la oficina del fiscal de Milán de Uber Italia, que trabajaba para una empresa de mediación laboral, a un repartidor que lo había llamado «esclavista», se puede leer en un chat que está incluso en el procedimiento del comisionado.

«Solo amenacé con venir y romperte la cabeza y lo repito (…) Vendré y te abofetearé, te romperé los hu…».

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