Filipinas bajo el doble azote de los tifones: Fung-wong se suma a la devastación de Kalmaegi
Filipinas vive de nuevo horas de tensión. Las autoridades han ordenado la evacuación de casi un millón de personas ante la inminente llegada del tifón Fung-wong, el segundo gran temporal que golpea el archipiélago en apenas una semana.
El Fung-wong, equivalente a un huracán de categoría 4, se aproxima a la costa oriental del país con una fuerza destructiva que amenaza con agravar la situación humanitaria dejada por el tifón Kalmaegi, responsable de más de 220 víctimas mortales y un centenar de desaparecidos en los últimos días.
El presidente filipino mantiene el estado de emergencia nacional y ha pedido a la población que extreme las precauciones ante el impacto del nuevo temporal.
Vientos de más de 200 km/h y lluvias torrenciales
Según el servicio meteorológico nacional, se prevé que el Fung-wong toque tierra este domingo por la tarde, afectando prácticamente a todo el archipiélago con lluvias intensas y vientos destructivos.
Horas antes de su llegada, el tifón se ha intensificado hasta alcanzar vientos sostenidos de 210 km/h y rachas de hasta 240 km/h. En la isla de Catanduanas, el fuerte oleaje, el viento y las lluvias ya han provocado inundaciones en las zonas costeras, mientras que en las islas Visayas se han producido cortes de electricidad.
En la isla de Luzón, donde se encuentra Manila, las autoridades han ordenado el cierre de escuelas y oficinas gubernamentales para este lunes. En la capital, se han habilitado refugios subterráneos y estaciones de metro para proteger a la población.
El temporal ha provocado la cancelación de unos 300 vuelos y la suspensión del tráfico marítimo, con olas que podrían alcanzar los cinco metros de altura.
Una temporada de tifones sin precedentes en el sudeste asiático
Filipinas se enfrenta cada año a una veintena de tormentas tropicales, acompañadas de inundaciones, deslizamientos de tierra y actividad volcánica. Sin embargo, 2025 está siendo una temporada excepcionalmente activa en toda la región.
El Kalmaegi, que el viernes llegó a Vietnam, causó cinco muertos, tres desaparecidos y afectó a más de 3.000 viviendas, dejando 1,3 millones de hogares sin electricidad. En ese país, las lluvias récord de 1.700 litros por metro cuadrado en 24 horas de la semana pasada provocaron más de 30 víctimas mortales.
Con el Kalmaegi y el Fung-wong, el sudeste asiático acumula ya 27 tifones en lo que va de año, una cifra que los expertos relacionan con el calentamiento del océano, responsable de fenómenos meteorológicos cada vez más destructivos.






































