El novio de Ayuso, Gómez Amador, está acusado de dos delitos de fraude fiscal y un tercero por falsedad documental y proponía asumir ocho meses de cárcel y pagar unos 525.000 euros para evitar ir a juicio, con lo que reconocía sus delitos por lo que sería un «defraudador confeso».(D.C.) al tiempo que ha iniciado una prometedora carrera como Sicofanta.
En la Antigua Atenas, un sicofante o sicofanta era un denunciante profesional que cobraba del interesado por presentar la denuncia en su lugar. En el escenario político español habría descollado el seudo sindicato Manos Limpias, como testaferro judicial de personas físicas o jurídicas que desean presentar una denuncia y permanecer en el anonimato.
El novio de Ayuso se habría convertido pues entra el Sicofanta del asesor de Ayuso, el ínclito MAR, tras presentar querellas contra Sánchez y varios de sus ministros así como contra el periodista Xabier Fortes y RTVE por «vulnerar su honor», tras llamarle “delincuente confeso”, con el objetivo de hacer caja para pagar su deuda a Hacienda.
Asimismo, en una increíble cabriola de MAR, el magistrado Ángel Hurtado, salvavidas de M. Rajoy, investiga ahora la publicación en varios medios de un correo electrónico que desmentía el bulo lanzado por el asesor de Ayuso y publicado por El Mundo, de que «la Fiscalía había ofrecido un pacto a González Amador.»
Ahora, en un triple salto mortal, solicita directamente al Tribunal Supremo registrar los teléfonos de varios periodistas que destaparon el bulo creado por Miguel Ángel Rodríguez, en concreto de los medios El Plural.com y el diario.es.
La Constitución ampara el secreto profesional de los periodistas y existe abundante doctrina del Tribunal Constitucional que reafirma dicho derecho fundamental. Sin embargo, al estar el TS fagocitado por el lobby judicial tardofranquista, no sería descartable que admita a trámite la demanda del novio de Ayuso, con lo que estaríamos ante la declaración de guerra al Constitucional.
Finalmente, aprovechando el posible finiquito de las prestaciones sanitarias de MUFACE, Ayuso ha ofrecido a todos los funcionarios públicos madrileños pagarles una sanidad privada. Dada la relación profesional de Amador con el grupo Quirón, es previsible que sea dicho grupo quién asuma las prestaciones sanitarios de dichos funcionarios públicos a cambio de jugosas comisiones para D.C.Amador.