Almodóvar emocionalmente desnudo en nueva película introspectiva

«Dolor y Gloria» es el corazón de Pedro Almodóvar en la pantalla

«Dolor y Gloria» marca la película número 21 de Pedro Almodóvar.  El director español está tomando riesgos más grandes que nunca.

¿El más importante? Ha hecho una película sobre sí mismo, y no es una hagiografía.

Cuando presentó «Dolor y Gloria» en el Festival de Cine de Nueva York, Almodóvar, de 70 años, tuvo cuidado de decir que, aunque inspirado por su vida, no todos los momentos de la película deberían tomarse literalmente.

Todavía puedes sentir sus lágrimas manchando cada página del guión.

El drama sublime, salpicado de momentos de ligereza, salta de un lado a otro entre la infancia de su alter ego Salvador en la España rural con su madre luchadora (Penélope Cruz) y su adultez algo estancada en Madrid.

Visualmente, es una gran diferencia, desde mujeres de la aldea lavando ropa de cama de colores pastel en el río hasta un apartamento estéril y moderno que podría haber sido amueblado por IKEA.

El viejo Salvador (Antonio Banderas) es un director de cine, que tuvo un gran éxito años antes. Para su vigésimo aniversario, se reúne con la estrella de la película Alberto (Asier Etxeandia), un desastre, y, gracias a una mala decisión, comienza a consumir heroína.

Sin embargo, no es una película de adicción, ni una película de amistad o un romance.

Es una tierna historia de una vida vivida

En escenas retrospectivas, vemos al pequeño y estoico Salvador (Asier Flores, que ya es experto) gradualmente descubriendo que es homosexual y, simultáneamente, se está convirtiendo en un sabio de la cultura en ciernes.

Más tarde, como adulto, se reúne inesperadamente con un antiguo amante en una escena sutil que es uno de los mejores trabajos de Banderas.

Representado de la manera más halagadora posible, el actor parece realmente agotado aquí, sin inspiración de la vida, luchando con demonios pasados ​​y usando drogas para hacer frente a todo.

Él tiene una conexión profunda con el personaje, lo cual es apropiado. Almodóvar le dio algunos de sus primeros papeles, comenzando con «Labyrinth of Passion» de 1982.

En cierto modo, elegir a Banderas es otra pieza especial de la biografía de Almodóvar que ha agregado a esta película tan personal.

«Dolor y Gloria» es el corazón de Pedro Almodóvar en la pantalla