¿Cuánto pagará Madrid por la Formula 1?

Madrid pagará por la Formula 1 el doble que Catalunya: 500 millones

Ayer se presentó en Madrid el Gran Premio de España de Fórmula 1 que, por primera vez desde hace treinta años, no estará en Montmeló. La expectación en el recinto de Ifema era máxima para ver la gran puesta en escena del nuevo circuito, tanto por los detalles del proyecto como por los efectos para Catalunya.

Stefano Domenicali, magnate de la Formula 1, no cierra la puerta a que Barcelona siga teniendo prueba en el Mundial ni descarta que puedan coexistir una vez expire el contrato de Montmeló en el 2026.

Ninguna sorpresa porque su empresa gestiona los derechos del Mundial automovilístico y ahora tiene la sartén por el mango para pedir a la Generalitat más dinero si quiere seguir teniendo Fórmula 1. En cuanto a Madrid, una vez terminada la presentación en Ifema, no se conocían ni los inversores privados que sustentarán el proyecto, ni lo que va a costar.

500 millones de euros en 10 años

El dinero que Madrid ha puesto sobre la mesa para poder acoger un nuevo Gran Premio dentro del circuito mundial de Fórmula 1 es 48 millones de euros anuales. Prácticamente 500 millones de euros por el contrato firmado para la próxima década, entre 2026 y 2035.

Esta cantidad le convierte en el circuito europeo más caro, ya que Hungría paga unos 40 millones de euros anuales hasta el 2027.

Los 48 millones que pagará Madrid equivalen a casi el doble de los 26 millones anuales que paga la Generalitat de Catalunya, propietaria del Circuit de Montmeló, para poder celebrar la Fórmula 1. Por ahora, lo que es seguro es que a partir del 2027 ya no se llamará Gran Premio de España, pero más allá de su nombre, la Generalitat comienza las negociaciones para renovar unos años más el contrato.

Aún así, Catalunya no tendría que pagar 48 millones, ya que la organización cobra menos a los circuitos históricos como Montmeló o Monza. En cualquier caso, Catalunya tendrá que subir la apuesta económica para poder mantener la carrera por encima de los 30 millones. Eso sí, desde 2023, circuitos nuevos y sin tradición difícilmente han entrado por menos de 50 millones.

Madrid tendrá que poner dinero público

Ayuso anunciaba así el Gran Premio de Fórmula 1: «Será un proyecto 100% privado que no va a costar ni un euro de dinero público».

Pero esta afirmación difícilmente podrá cumplirse, porque a priori, la Fórmula 1 pide un canon anual, un pago que debe afrontar la entidad con la que se firma el contrato, en este caso 48 millones anuales. Y el promotor oficial con el que se ha firmado es la entidad mayoritariamente pública que gestiona el recinto ferial, Ifema, que deberá afrontar el contrato con o sin inversores.

Aparte del canon, existen otros costes como el montaje y desmontaje del circuito, que si bien no tiene mantenimiento como un circuito fijo, si costaría unos 100 millones de euros según estiman los propios organizadores.

Sin inversores

Ifema espera que esos 48 millones de euros anuales del canon, además de los gastos, se cubran con aportaciones privadas. Pero la historia demuestra que los circuitos –especialmente en Europa– son muy deficitarios porque es prácticamente imposible rentabilizarlos. Y menos durante una década consecutiva.

De hecho, fuentes conocedoras de cómo avanza el proyecto de Madrid explican que existe una «frustración» al no haber logrado financiación de ninguna empresa del Ibex 35.

Ahora Ifema hará una puja donde se invita a inversores a hacer una propuesta para que se unan al proyecto. Ahora mismo, hay dos con posibilidades para operar el Gran Premio, pero en ningún caso cubrirían el total del coste y debería tirarse de fondos públicos.

Montmeló es el gran ejemplo de la dificultad de rentabilizar un circuito, donde la Generalitat ha tenido que poner dinero público de forma recurrente para ampliar capital y renovarlo, como los 30 millones de euros que se han invertido para hacerle una lavado de cara.

Corrupción y deuda en el Gran Premio de València

Hay un precedente, pero tanto Ayuso como Almeida se han esforzado en desmarcarse. Es el caso del llamado Gran Premio de Europa, que se celebró en Valencia durante los años 2008 y 2012 impulsado por el PP de Francisco Camps y Rita Barberá, dos pesos pesados ​​de los populares como lo son hoy Ayuso y Almeida.

Aquel gran premio acabó siendo un nido de deuda y corrupción para la Comunidad Valenciana, deudas que en muchos casos acabaron de pagarse el pasado año y que dejó un pozo de pérdidas de 300 millones de euros.