Asesinan a tiros en Ecuador al fiscal que investigaba el asalto armado a la televisión

Asesinan a tiros en Ecuador al fiscal que investigaba el asalto armado a la televisión pública de Ecuador

El fiscal César Suárez Pilay, responsable de investigar el asalto armado a la televisión pública del país el pasado de la semana pasada, ha sido asesinado este miércoles en Guayaquil. Según han informado los medios locales, Suárez ha sido asesinado a tiros mientras circulaba con su coche por una calle principal, después de haber salido del trabajo.

La Policía Nacional ha informado en un comunicado de que «las unidades especializadas se encuentran desplegadas para dar con los responsables del hecho». El fiscal había investigado a lo largo de su carrera varios casos de corrupción, y desde hacía un año trabajaba a la Unidad Nacional Especializada de Investigación contra la Delincuencia Organizada Transnacional, y actualmente investigaba en ocho grupos terroristas. Su asesinato se produce en un momento de crisis en Ecuador, que se encuentra en estado de excepción y bajo una declaración de conflicto armado interno.

El fiscal César Suárez, nacido en la ciudad de Paján, era un abogado constitucionalista conocido en Ecuador por sacar adelante las investigaciones de varios casos de corrupción relacionados con el ámbito sanitario durante la pandemia de la cóvid-19. Antes, sin embargo, también había trabajado en casos de muertes violentas y de narcotráfico.

El asalto armado al canal TC Televisión

El pasado 9 de enero, un grupo de personas encapuchadas, presuntamente miembros de bandas, irrumpieron armados en el plató de TC Televisión en Guayaquil, obligando al personal a tumbarse en el suelo mientras se oían disparos y gritos. Según relataron posteriormente algunos testigos, a uno de los trabajadores le colocaron un taco de dinamita en el pecho.

Aprovechando que el canal emitía en directo, los asaltantes se dirigieron a cámara y dijeron que lo hacían «para que se sepa que no se debe jugar con las mafias». Cerca de una hora después del ataque, los agentes de policía pudieron acceder y liberar a los trabajadores.

La Fiscalía procesó por terrorismo a los 13 detenidos por este asalto. Once de ellos eran adultos, para quienes se ordenó prisión preventiva, y dos eran menores, que pasaron a un centro de internamiento.

Fue después de estos hechos, sumados al secuestro de policías y los motines en prisiones, que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decidió declarar «la guerra» al crimen organizado y declarar «el conflicto armado interno», lo que llevó a considerar a las bandas criminales como «terroristas» susceptibles de ser neutralizadas.