Andorra aprueba el proyecto de ley que obligará a los residentes a tener un nivel mínimo de catalán
El gobierno de Andorra ha aprobado este miércoles el proyecto de la nueva ley de la lengua oficial. Los nuevos residentes y las personas que quieran renovar el permiso para vivir y trabajar en el país, deberán de tener un nivel mínimo de conocimiento del catalán.
La iniciativa del ejecutivo andorrano junto con el Ministerio de Cultura , el Ministerio de Educación y el Ministerio del Interior , dado que también incorporarán un artículo para modificar la ley de inmigración y añadir el nuevo requisito para los permisos de residencia, estará vigente a partir de 2024. Con todo, se pedirá un nivel muy básico e inicial, inferior a un A2.
El objetivo es garantizar que los ciudadanos se sepan expresar mínimamente en la lengua oficial del país y, a su vez, conseguir una mejor atención al público en catalán. La propuesta surge a raíz del incremento de casos en los que la primera atención al público se hace directamente en castellano, sobre todo en comercios y restaurantes. Por eso, la intención del ejecutivo es tratar de darle la vuelta a esta tendencia y asegurar que haya una conversación mínima en catalán en todos los ámbitos.
Las personas que ya tengan el nivel mínimo y puedan acreditarlo no tendrán ningún problema, porque podrán renovar el permiso de residencia con normalidad. Ahora bien, las que lo soliciten y no tengan ni el título ni el nivel tendrán que hacer un curso de 30 horas en los centros de catalán del país. En cambio, las que no tengan el título pero si el nivel podrán optar directamente a realizar una prueba en los mismos centros. Finalmente, los trabajadores temporales quedarán exentos del requisito, pero igualmente se buscará la forma de incentivar que entiendan la importancia de aprender el idioma.
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El trasfondo de la ley, en definitiva, es preservar la lengua oficial y cuidarla entre todos los ciudadanos. De esta forma, el gobierno de Andorra también quiere que las instituciones y las empresas del país se impliquen en la promoción de la lengua. Para buscar su colaboración, presentará la ley de forma personalizada en la Unión Hotelera, la Cámara de Comercio y la Confederación Empresarial Andorrana.
Cabe recordar que no es la primera vez que se crea debate en torno a la exigencia de un nivel mínimo de catalán. El gobierno de Andorra hace ya tiempo que pugna con varios sectores que consideran que esta exigencia puede frenar la llegada de profesionales foráneos. Sin embargo, el ejecutivo insiste en que se ha optado por un nivel muy básico para que precisamente no suponga ningún tipo de freno para nadie. Sin embargo, defiende que es una decisión que también aportará calidad a los visitantes y mejorará la integración de los recién llegados.
