Alimentos peligrosos para perros
El Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia advierte que durante el período de Navidad «aumenta notablemente el número de consultas por problemas digestivos» en los animales de compañía, que en la mayoría de los casos están causados por la ingesta de alimentos con exceso de grasa o tóxicos para las mascotas.
En un comunicado, los veterinarios han explicado que la causa que provoca la mayoría de estas consultas viene provocada por ofrecer a las mascotas los mismos alimentos que están consumiendo los humanos.
Además, recuerdan que los platos típicos de estas fiestas se caracterizan por ser ricos en grasas, una sustancia que los animales no digieren bien.
En perros el consumo de grasas puede provocar vómitos y diarreas, síntomas que si no se tratan pueden derivar en mayores complicaciones como deshidratación.
Asimismo, este tipo de alimentos provocan obesidad, con el consiguiente daño a las articulaciones, y pueden pueda desencadenar reacciones alérgicas.
Los veterinarios valencianos alertan, además, que hay una serie de alimentos presentes comúnmente en las tablas estos días a los que hay que prestar especial atención, ya que son tóxicos para los perros y pueden dañarlos gravemente.
Por ejemplo, la uva contiene una sustancia que provoca problemas estomacales y daños renales en los perros.
Pasa lo mismo con el chocolate, que puede llegar a provocar la muerte de nuestra mascota debido a una molécula que contiene llamada teobromina o con la quitina presente en el marisco, una sustancia que los perros no son capaces de digerir correctamente.
Además, si contiene el edulcorante xilitol, puede causarle a su perro algunos problemas reales.
Algunos alimentos son francamente peligrosos para los perros, y algunos de estos alimentos comunes pueden sorprenderte.
Xilitol
Dulces, chicles, productos horneados y algunos alimentos dietéticos se endulzan con xilitol. Puede hacer que el azúcar en la sangre de su perro baje y también puede causar insuficiencia hepática.
Los primeros síntomas incluyen vómitos, letargo y problemas de coordinación. Con el tiempo, su perro puede tener convulsiones. La insuficiencia hepática puede ocurrir en pocos días.
