Abren expediente a un profesor de Asturias por poner muchos 10 a los alumnos
La Consejería de Educación de Asturias ha impuesto una sanción de ocho meses de empleo y sueldo, «equivalente a una multa de 30.000 euros» a un profesor de francés de secundaria, Yvan Pozuelo Andrés, de 47 años, por poner demasiadas notas de 10 a sus alumnos.
Pozuelo, que hace veinte años que es docente y nunca había tenido ninguna denuncia ni ningún problema con las familias ni con los centros donde ha trabajado, recibió la notificación de la sanción el 27 de julio.
Es el resultado de un expediente abierto el 31 de enero de 2020, y que en este año y medio ha acumulado 2.500 folios, según explica Pozuelo en el diario El Comercio.
Se da la circunstancia de que Educación abrió el expediente quince días después de que Pozuelo concediera una entrevista en El Comercio a raíz de la publicación de su libro «¿negreros o docentes? La rebelión del 10″, en el que cuestiona diversos aspectos de la enseñanza.
Habla de «prácticas obsoletas» y defiende que «abandonando el rol de la evaluación también se pueden dar clases» y que «el 10 está dentro de la ley y lo pongo a todos, les da confianza».
Y es que Pozuelo premia con un 10 a todos los niños que ve que se han esforzado por mejorar, más allá del nivel que hayan alcanzado.
Recogida de firmas solidaria
Pozuelo habla de «persecución», de «caza de brujas» y se muestra convencido de que todo comenzó a raíz de la entrevista y también, por no haberse retractado como le pidieron desde Educación poco después de haber expresado sus opiniones públicamente.
La acusan, entre otras cosas, de atentar contra «el derecho a la evaluación objetiva» en «haber calificado a todo el alumnado con la misma nota (10) independientemente de su rendimiento».
Hoy por hoy, Pozuelo continúa dando clases, porque recurrió la sanción y está suspendida provisionalmente.
Si la justicia acaba ejecutándola está decidido a mantener el pulso con Educación y llegar, si es necesario, al contencioso administrativo.
Este curso, sin embargo, ya no da clases en el IES Universidad Laboral, donde ha trabajado los últimos 14 años, porque en verano le concedieron el traslado que había pedido hace tiempo al centro integrado de formación profesional Hostelería y Turismo de Gijón.
Pozuelo admite que la situación que está viviendo «es difícil, porque intimida», y agradece el apoyo que ha recibido de los colegas de profesión.
También en la red, donde se ha abierto una recogida de firmas para detener el proceso contra él en la plataforma change.org.
Abren expediente a un profesor de Asturias por poner muchos 10 a los alumnos
