La COP30 concluye con avances, pero deja fuera la crisis del plástico

La crisis del plástico ensombrece los avances climáticos de la COP30

Después de dos semanas de negociaciones, la COP30, celebrada en Brasil, cierra su edición con acuerdos centrados en la protección de los océanos y en acelerar la transición hacia energías limpias. Aun así, especialistas alertan de que la cumbre ha pasado por alto un problema que impacta directamente en esos ecosistemas: la contaminación plástica.

El plástico, un riesgo creciente para el planeta y la salud

Cada año se generan más de 400 millones de toneladas de plástico, de las cuales una gran parte corresponde a productos de un solo uso. Apenas una fracción mínima, menos del 10%, llega a reciclarse. El resto acaba en ríos y mares, afectando a la biodiversidad marina y liberando microplásticos que, según el CSIC, ya forman parte de la alimentación humana.

Con un impacto ambiental cada vez más evidente, este material representa más del 5% de las emisiones globales y podría ocupar hasta el 19% del presupuesto de carbono en 2040 si no se actúa de manera inmediata.

Llamamiento a un cambio profundo en el modelo de producción

Para Meritxell Hernández, CEO de Roll’eat y especialista en sostenibilidad, la etapa de simples prohibiciones ya ha quedado atrás. Afirma que ahora se requiere una transformación completa del sistema hacia la reutilización, el ecodiseño y materiales alternativos.

Subraya que apostar por productos reutilizables no solo responde a un criterio ambiental, sino también a cuestiones de salud pública y equidad social. Hernández advierte de que, si la COP30 no integra el plástico dentro de las políticas climáticas, los compromisos de protección marina quedarán incompletos.

Avances en la agenda climática, pero con una ausencia notable

La cumbre, que coincide con el décimo aniversario del Acuerdo de París, reafirma la necesidad de limitar el calentamiento global a 1,5º C y de acelerar la transición energética a nivel mundial.

También se han tratado cuestiones relacionadas con la biodiversidad oceánica y la financiación climática para territorios especialmente vulnerables. Sin embargo, mientras se plantean medidas para preservar los mares, se omite abordar el principal contaminante que los está degradando.

Un tratado global que avanza con dificultad

La ONU trabaja en la creación de un acuerdo internacional para frenar la producción de plásticos de un solo uso y promover un modelo basado en la economía circular. No obstante, el proceso avanza lentamente debido a la resistencia de países petroleros y grandes potencias como China.

Hernández insiste en que se trata de una crisis estructural y que las soluciones actuales funcionan solo como remiendos temporales. Recalca que el plástico no puede seguir siendo el gran ausente en la agenda climática.